De contundente, fundamental y de gran importancia cataloga Carlos Holguín, ministro del Interior y Justicia de Colombia, a la captura de Diego Montoya, considerado por las autoridades colombianas como uno de los fundadores del cartel del Norte del Valle.

Además, Holguín resaltó la racha de buenos resultados con captura de la cúpula del narcotráfico y terrorismo en Colombia desde principios de año, como es el caso de Luis Hernando Gómez Bustamante,
alias Rasguño, que ya está extraditado a Estados Unidos.

Publicidad

Agregó que más tarde se presentó el caso de Ramírez Abadía, alias Chupeta  en el Brasil en el cual también tuvo colaboración la Polícía colombiana; posteriormente se abatió en la selva al Negro Acacio, miembro de las FARC y narcotraficante de considerable importancia.

También indicó que actualmente, ante un pedido de extradición del ex paramilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, que estaba en la cárcel, se lo retiró del proceso de justicia y paz para que tuviese que responder ante la justicia ordinaria.

Publicidad

En diálogo telefónico con Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil), Holguín explicó que ante la posiblidad de extradición a Estados Unidos de Montoya por considerarse responsable del 70% del tráfico de cocaína a ese país y a Europa, "esperamos que el país formalice la petición, y el trámite que debe dar lugar a un concepto de la Corte Suprema de Justicia".

Conexión Ecuador

Respecto a los vínculos en Ecuador por el decomiso de droga en Chanduy, dijo desconocer el caso pero afimó que "es muy probable porque los tentáculos de estos mafiosos se extienden a otros países y por supuesto con mayor actividad a los países más cercanos".

Enfatizó el hecho de que hace algunas semanas se detectó una infiltración importante en la Tercera Brigada que cubre el noroccidente de Colombia con sede en Cali, donde "se capturó un grupo de oficiales y suboficiales del ejército que estaban infiltrados por el narcotráfico y concretamente por la banda de Diego Montoya".

Pero ante estos hechos, asegura que "las situaciones individuales no comprometen la institucionalidad misma del ejército ni de las Fuerzas militares y que por el contrario han reaccionado oportunamente, pues fue la misma contrainteligencia militar la que descubrió la infiltración".

Y concluyó diciendo que "las acciones de unos individuos indecorosos, dignos de la condena social, no demeritan el alto aprecio que los colombianos sentimos por nuestras fuerzas armadas y por lo que ellas hacen en favor de la seguridad y tranquilidad en el país".