Esta raíz andina posee gran potencial medicinal y alimenticio al contener bajas calorías y tratarse de un edulcorante que a diferencia de otras raíces  y tubérculos que almacenan carbohidratos, en forma de almidón,  lo hace en oligofructosa, un elemento que no es metabolizado por el organismo humano y que resulta ideal para el consumo de los diabéticos.