En el centro de la capital, la bandera peruana flameaba a media asta debido a que García declaró tres días de luto nacional.

Un reporte señaló esta mañana que Perú requiere en estos momentos de donaciones de sangre para atender a las personas que están heridas y que están siendo atendidas en varios centros de atención médica.

Publicidad

Mientras en las calles, muchos damnificados han pasado la noche a la intemperie. Necesitan de agua, alimentos y ropa.

Aviones militares

Publicidad

Equipos de rescate trabajaban la noche del jueves buscando sobrevivientes después de que un poderoso terremoto sacudió la costa central de Perú, matando a unas 450 personas en uno de los peores desastres naturales del país en los últimos 100 años.

El terremoto de magnitud 8,0 estremeció al país en la tarde del miércoles y muchas de sus víctimas eran pobres, quienes murieron cuando sus frágiles casas de adobe se derrumbaron. Hospitales y morgues estaban sobrepasados, lo que obligó a las personas a dejar los cadáveres en las calles.

Bomberos y Naciones Unidas informaron que el terremoto dejó al menos 450 muertos, mientras que autoridades del Instituto Nacional de Defensa Civil dijeron que la cifra llegaba a 437. Cerca de 2.000 personas más resultaron heridas.

Más de 24 horas después del sismo, una serie de réplicas ha difundido el pánico en los pueblos más afectados al sur de la capital, Lima, aunque el rescate de un hombre vivo desde los escombros de una iglesia dio esperanzas a los socorristas en el pueblo de Pisco.

"Es prácticamente un milagro y ojalá pudiéramos encontrar otros más", dijo el comandante de los bomberos de Perú, Carlos Córdova, quien junto a autoridades y voluntarios locales y extranjeros trabajaba bajo luces de emergencia en el rescate de las víctimas y la recuperación de cuerpos.

"Por el momento vamos a seguir buscando", señaló Felipe Aguilar, quien dirige los esfuerzos de rescate del Ejército en el pueblo. "Para nosotros, esta es la prioridad (...) porque ya hemos sacado a una persona viva", agregó.

En la plaza donde alguna vez hubo una iglesia, cientos de personas se reunieron en el único lugar del pueblo de 120.000 habitantes con luz después del terremoto, que cortó la electricidad, las líneas telefónicas y las principales carreteras.

Pisco, famoso por licor de uva que lleva su nombre, fue la zona más afectada por el terremoto junto con los pueblos de Ica y Chincha, donde cientos de prisioneros escaparon desde una prisión cuando el sismo derrumbó el edificio.

El presidente peruano, Alan García, visitó el jueves las zonas afectadas por el terremoto y presentó sus condolencias a las familias de las víctimas.

El sismo del miércoles fue uno de los peores desastres naturales que han afectado al país sudamericano durante el último siglo. En 1970, unos 50.000 peruanos murieron durante un terremoto que provocó una avalancha de hielo y barro que sepultó al poblado de Yungay, al norte de Lima.