China insistió este miércoles en que la amplia mayoría de sus exportaciones a Estados Unidos es segura, y dijo que llevará a cabo una investigación tras la decisión del grupo estadounidense Mattel de  retirar del mercado 18,2 millones de juguetes fabricados en el país asiático.
  
"Durante muchos años ha habido un conjunto de sistemas de supervisión completo y estricto para garantizar la calidad y la seguridad de las exportaciones chinas", dijo la administración general de supervisión de calidad, inspección y cuarentena.
  
"La amplia mayoría de los productos de exportación de China a Estados Unidos es conforme a los estándares estadounidenses", añadió.
  
Sin embargo, el Gobierno, que supervisa la calidad de las exportaciones chinas, indicó que está investigando el retiro de Mattel, anunciado el martes, y que trabaja con las autoridades norteamericanas para resolver cualquier problema.
  
"En cuanto al segundo retiro de juguetes de Mattel, (el gobierno) está vigilando este tema de cerca", señaló en un comunicado enviado por correo electrónico en respuesta a una reacción sobre el tema.
  
"Está en diálogo con la Comisión de Seguridad de los Productos del  Consumidor y ha iniciado una investigación sobre el tema", precisó.
  
Mattel, la mayor compañía de juguetes del mundo, anunció el retiro de 18,2 millones de juguetes fabricados en China entre 2002 y enero de 2007, por temor a que contengan pintura a base de plomo, altamente tóxica, o imanes que podrían ser peligrosos para los niños.
  
La legendaria muñeca Barbie y hombres de acción Batman figuran entre los juguetes retirados de las góndolas.
  
Juguetes sospechosos de contener pintura a base de plomo ya provocaron el retiro en agosto de casi un millón de juguetes fabricados en China por Fisher-Price, que también forma parte del grupo Mattel. El mes anterior, 1,5 millones de trenes de madera debieron ser retirados del mercado.
  
La administración, que mencionó estos dos retiros anteriores, subrayó que "el gobierno chino continuará mejorando la calidad y la seguridad de los productos" chinos y que "las autoridades aumentarán sus esfuerzos de control".
  
"No toleraremos los raros casos de producción y de exportaciones ilegales y estamos determinados a castigarlos", afirmó.
  
Pero "la mayoría de los juguetes de los fabricantes chinos son concebidos por sus importadores que, con las marcas, deben por lo tanto asumir una gran parte de responsabilidad cuando ocurren problemas", estimó Pekín.
  
Implicada estos últimos meses en una serie de escándalos sobre la calidad de sus exportaciones, desde juguetes hasta productos de higiene, pasando por alimentos y neumáticos, el gobierno chino no se cansa de asegurar de la amplia mayoría de sus productos son seguros.
  
"Más del 99% de los productos exportador por China son buenos y son seguros", declaró a comienzos de agosto Bo Xilai, ministro de Comercio, citado por el sitio web de su Ministerio.
  
De forma paralela a estas declaraciones tranquilizadoras, el gobierno  promete regularmente más controles y castigos para quienes violen las reglas.
  
El primer ministro Wen Jiabao se pronunció el mes pasado por un  endurecimiento de las multas contra quienes pongan en peligro la seguridad alimentaria.
  
En materia de juguetes, se anunció a fines de julio un fortalecimiento de los controles, pruebas de seguridad incluso antes de la fase de producción e inspecciones sorpresa.
  
Pero el gobierno también pone acento en la enormidad de la tarea que implica frenar el problema.