“A él no le importa la cara de Chávez ni la de Bush, para él lo que cuenta es la de Washington en los dólares”, dijo una persona que conoció a su familia en La Victoria, estado de Aragua, Venezuela, afirmó el diario.
Agrega El Nuevo Herald que otra fuente que tampoco quiso ser identificada, informó que Antonini estaba empeñado en comprar taladros de perforación de petróleo, reclamados con urgencia en Venezuela.
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“Dijo que buscaba los taladros en Houston, pues se necesitan a morir y son un gran negocio porque pagan por su alquiler diario y en dólares”, agregó la fuente, según la publicación.
El negocio se haría a través de Perforaciones Albornoz CA, Perfoalca, empresa venezolana que presta este servicio y el de rehabilitación de pozos petroleros, y de la cual Antonini es un importante proveedor, agregó la fuente al rotativo.
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La industria petrolera venezolana está rezagada como consecuencia de la falta de taladros. Según estadísticas del ministro de Energía, Rafael Ramírez, Venezuela cuenta con 120 taladros pero se requieren 190.
Petróleos de Venezuela (Pdvsa) dijo el mes pasado que la industria atravesaba por “una emergencia operacional”, pues no había adquirido los taladros necesarios para su plan de elevar el bombeo de crudo.
El viernes un taladro explotó en el estado de Monagas, y ardió todo el día, dijo un funcionario de Pdvsa. El Nuevo Herald calcula que cada aparato vale en promedio $ 10 millones.
El escándalo le costó el puesto a Claudio Uberti, hombre clave del ministerio de Planificación de Argentina, que encabeza Julio De Vido, principal negociador en los contratos petroleros con Venezuela.
Uberti estaba en el avión y autorizó a subirse en Caracas a Antonini Wilson y a varios funcionarios de Pdvsa.