Si estas fechas son importantes, es para fomentar la unidad de los guayaquileños. No la de algunos guayaquileños sino la de todos; y eso no se logra convocando a eventos rivales.
Guayaquil no se divide en dos sectores: los que están con el Presidente y los que están con el Alcalde, como suponen seguramente los asesores del Gobernador. La realidad política está llena de matices; hay varios otros líderes que también concitan mucha simpatía; y esas simpatías a veces están mezcladas. Lo sano, entonces, es buscar momentos cívicos en que todas esas alternativas se comprometan juntas a respetar la democracia, pero eso no se logra con la propuesta del Gobernador. Su mensaje es exactamente el opuesto.
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El Gobernador nos debe una explicación. ¿Para qué quiere su propio acto?