La crisis energética mantiene sumida a Nicaragua en la oscuridad y en una semi paralización de las actividades cotidianas, en medio de un descontento creciente de la población que teme un aumento de la delincuencia.

La oscuridad sumerge a extensas zonas de la capital nicaragüense y otras ciudades, obligando a la población a echar mano de candiles, lámparas y velas, o a quemar neumáticos.

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Por temor a que los delincuentes aprovechen la oscuridad, los ciudadanos se juntan en las aceras de sus casas para acompañarse, cuando también el calor y nubes de mosquitos asolan la ciudad.

El congestionamiento vial, particularmente en los semáforos, se ha convertido en un verdadero caos, ante la falta de agentes de tránsito para ordenarlo.

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La ministra de Salud, Maritza Cuan, dijo a la prensa que algunos hospitales están resintiendo los apagones, con pérdidas de material refrigerado como vacunas.

En las pulperías de barrios que venden al detalle los dueños se quejan de pérdidas de alimentos, como la leche o la carne.

Los apagones incluso afectan al Zoológico Nacional, que aloja a unos 650 animales de distintas especies, donde "la situación es caótica", según su director, Eduardo Sacasa.

El gobierno y agentes del sector energético intentaban ordenar los cortes a fin de que la población pueda realizar sus actividades cotidianas sin mayor afectación, pero aún sin resultados.

Con este propósito se dispuso que en la capital se mantendría de forma ininterrupida el servicio eléctrico por las mañanas para facilitar las actividades del gobierno central que redujo su jornada laboral en dos horas.

No obstante, continuaban los cortes de energía sin atender un programa que debía ser publicado por la distribuidora eléctrica española Unión Fenosa, según el acuerdo establecido entre los distintos sectores involucrados en el problema.

El Instituto Nicaragüense de Energía (INE) emplazó este martes a la distribuidora ha hacer público el plan de racionamiento en horas de la tarde so pena de una multa de 50.000 dólares.

El director de INE, David Castillo, acusó a Unión Fenosa de aplicar más horas de corte de lo acordado con el Gobierno en los circuitos donde considera que tiene más pérdidas a causa de conexiones ilegales.

Por su parte, los dueños de pequeños negocios y algunos pobladores organizados en la no gubernamental Red Nacional de Defensa de los Consumidores (RNDC) anunciaron que presentarán una demanda por vía legal contra Unión Fenosa por perjuicios a su actividad.

Cecilio Espinoza, de la asociación de pobladores del municipio de Ciudad Sandino, en declaraciones a El Nuevo Diario, advirtió que si las acciones legales no surten efecto contra Unión Fenosa van a movilizar a la gente a las calles.

En este municipio, 15 km al noroeste de Managua, los apagones alcanzan las nueve horas continuas, según denuncias de pobladores.