Hasta para los grandes del fútbol, el balón lleva las de perder frente a un juguete electrónico.
Es así como el culto al iPod y a la PlayStation se coló dentro de las selecciones que participan de la Copa América en Venezuela 2007, que echan mano del mundo virtual para entretenerse y buscar tranquilidad.
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Disfrutar el tiempo con la familia o refugiarse de las altas temperaturas en las piscinas de los hoteles también son otros pasatiempos para los jugadores, que tampoco dudan en buscar algún hueco de tiempo para hacer un poco de turismo.
“Paso el día descansando, viendo un poco de televisión, charlando con los compañeros, un poco de internet”, dijo el delantero uruguayo Diego Forlán.
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El futbolista aseguró que los jugadores de la selección charrúa, a diferencia de otras, no acostumbran a jugar videojuegos dentro de la concentración. Sin embargo, la PlayStation es la consola de videojuegos más popular dentro del combinado argentino, que organiza campeonatos virtuales de fútbol entre sus integrantes.
Por su parte, el atacante peruano Paolo Guerrero aseguró que los jugadores de la blanquirroja pasan la mayor parte del tiempo en las habitaciones descansando, escuchando música y navegando por internet, medio usado para establecer comunicación con sus familias y ahorrar gastos en teléfono.
PROHIBICIÓN BRASILEÑA
En contraste, la mayoría de los mexicanos aprovechan el tiempo para estar en la piscina del hotel que los alberga, aunque los que vienen acompañados por familiares prefieren salir a comer y conocer lugares cercanos.
En tanto, los brasileños están volcados hacia las películas y aún se preguntan por qué la Confederación Brasileña de Fútbol esta vez no les permitió disfrutar de videojuegos. “No sé por qué esta vez no hay, está haciendo falta”, dijo el mediocampista Julio Baptista, del Arsenal, señalado por sus compañeros como un crack en esa distracción junto a Robinho.
Al interior del equipo de Argentina, la mayoría también comparte el tiempo libre con sus familias en el restaurante y en la piscina del hotel donde se hospedan en la sede de Maracaibo.
“Ojalá en mis tiempos me hubiesen permitido estar con la familia”, dijo el seleccionador argentino Alfio Basile refiriéndose a las comodidades de que disfrutan en la actualidad sus jugadores en una concentración catalogada de flexible.
Por su parte, el arquero de Bolivia, Sergio Galarza, explicó que en esa selección juega cartas y a los videojuegos en la concentración.