La estadounidense Chevron-Texaco no acatará la resolución de la justicia ecuatoriana –en el caso de perder el juicio en el que se le acusa de daño ambiental– por considerar que el proceso está viciado y lleno de irregularidades, dijo Ricardo Veiga, vicepresidente de la petrolera para América Latina.

“No se está cumpliendo el debido proceso y se nota una clara inclinación hacia los demandantes, sobre todo de no querer probar las acusaciones hechas (...) por lo que se puede anticipar el resultado”, cuestionó Veiga, quien además expresó su inconformidad con la designación del perito ecuatoriano que inspeccionará los campos donde operó la petrolera entre 1964 y 1990.

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Al reaccionar a la decisión de Chevron, Steve Dossinger, abogado de los demandantes, sostuvo en tanto que la petrolera alienta “una guerra sucia” para desconocer su inminente derrota en el juicio ambiental que enfrenta en Ecuador, según la agencia de noticias  AFP.

“Texaco está acorralada y sabe que no hay salida; la empresa está perdiendo y finalmente  este caso puede terminar después de 14 años”, dijo el abogado.

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Dossinger aspira a que  el juicio concluya en 120 días con una sentencia favorable para los indígenas que demandaron a la petrolera por daños ambientales.