El subsidio puede llegar al 70%, luego de un estudio socioeconómico.

Melanie Mera, de 7 años, y Joselyn Pinargote, de 14, se miran con curiosidad mientras una enfermera las acomoda en un chaislón hasta que llegue el turno de ambas para realizarse una resonancia magnética en el centro de diagnóstico Remiken, de la Clínica Kennedy.

El examen les cuesta a sus padres casi 200 dólares, monto que no pueden cubrir, así que han tenido que recurrir a los servicios de trabajo social del Instituto Nacional de la Niñez y la Familia (Innfa) para que les ayuden con los gastos.

Publicidad

Joselyn tiene un cuadro de toxoplasmosis y ha sufrido varias recaídas desde hace cinco años; los médicos de la pequeña Melani, en cambio, creen que puede sufrir de epilepsia, por antecedentes familiares y otros síntomas que confirmarían este diagnóstico.

El camino que ambas niñas tuvieron que recorrer antes de realizarse la resonancia magnética no fue sencillo, ni se lo hizo de la noche a la mañana. Para obtener un descuento del 50% y 70% en estos exámenes, los padres de Joselyn y Melani recurrieron al área de trabajo social del Innfa donde tuvieron que cumplir varios requisitos y sacar citas para ser atendidos.

Publicidad

Las oficinas están ubicadas en el kilómetro 1½ de la vía Carlos Juio Arosemena.
Allí acuden familiares de los pacientes con las respectivas solicitudes de los departamentos de trabajo social de los diversos hospitales de Guayaquil, en las cuales se solicita al Innfa el subsidio en los costos de exámenes, prótesis o internamientos (en casos especiales) en clínicas.

De estas solicitudes, solo el 70% tiene aprobación en un lapso de 24 a 78 horas, pero el porcentaje restante se niega.

Trámites
Fátima Peralta, técnica de Protección Integral del Instituto Nacional de la Niñez y la Familia, explica que el paciente debe acudir a las oficinas con la respectiva orden de trabajo social de cualquiera de las casas de salud de la Junta de la Beneficencia del Ministerio de Salud Pública o de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca).

En Archivo se abre la carpeta del paciente en la cual debe constar el informe de Trabajo Social del hospital donde ha sido atendido; la epicrisis o certificado médico de la casa de salud respectiva, donde se especifique la enfermedad o examen que requiere; la orden médica avalada por el médico tratante o jefe de la sala donde está ingresado el niño (de estarlo); y la copia de la cédula de quien va a hacer el trámite.

Si el paciente necesita una prótesis debe presentar por lo menos tres pro formas.
“Si hay la posibilidad de ahorrar recursos, a través de la compra de un insumo, medicina o  examen, lo hacemos, porque nuestro propósito es ayudar a más personas”, refiere el Dr. Freddy Vera, jefe del área de atención de emergencia y auditor del servicio médico social de la institución.

Luego, en el departamento de trabajo social de esta institución, el paciente es sometido a una encuesta socioeconómica. De esta entrevista, que no toma más allá de 10 o 20 minutos, se determinará si realmente la persona está necesitada del subsidio.

“Aunque la familia no sea de escasos recursos, si se trata de una persona con una enfermedad prolongada y la cabeza del hogar no puede costear el examen también se la ayuda con un 50% de descuento”, indica Peralta.

Los padres de las pacientes Melani Mera y Joselyn Pinoarte esperaron entre dos y cuatro días para que sus hijas fueran sometidas a una resonancia magnética. Pero no todos los pacientes corren con esa ‘suerte’ de las pequeñas. Otros usuarios deben esperar hasta dos y tres semanas o más.

Helena Loor, por ejemplo, acudió el 23 de junio a las oficinas de trabajo social del Innfa para buscar el descuento en una tomografía que debía realizarse su hija porque sufre hidrocefalia más retraso mental.

Luego de esperar por espacio de una hora y media, la niña fue citada para regresar al Innfa el 10 de julio siguiente, ya con la documentación completa. Es decir, solo 18 días después sabría cuándo sería la prueba que necesitaba.

Pero Pinoargote aclara que el mismo día que recibe la segunda cita en el Innfa puede acudir al hospital de donde vino el paciente y coordinar con el anéstesiólogo y la ambulancia para que le hagan el examen correspondiente.

Para agilizar la atención en las clínicas particulares, de los hospitales públicos suelen enviar a tres o cuatro niños con las solicitudes aprobadas por el Innfa que requieran tomografías o resonancias para el mismo día. Así fue como Melani y Joselyn se encontraron juntas el día en que debían realizarse la resonancia magnética en un centro médico particular.

Cuando los pacientes están hospitalizados y el médico requiere  pronto el examen la aprobación no toma más de dos días. También si viene de Solca, por el tipo de casos que atiende. Pero si procede de consulta externa, donde normalmente se requieren exámenes de control, al paciente se lo citará en una fecha establecida para que no interrumpa el flujo normal de las 30 personas que diariamente atiende el área de trabajo social del Innfa. Entonces, habrá que esperar más.

Servicios

Operaciones
Se realizan operaciones en clínicas solo cuando hay retinopatías en prematuros o cuando hay lesiones a nivel oftalmológico que requieren el uso de aparatologia sofisticada. En general, el Innfa no ha contemplado pagar costos de cirugía en clínicas particulares.

Atención
Las oficinas están en el kilómetro 1½ de la av. Carlos Julio Arosemena. Horario: lunes a viernes de  08:30 a 16:30. Teléfonos: (04)  220-6619  /  220-4620 extensiones 109, 149 y 116.

Solicitantes

Isabel Alvarado
Ama de casa

“Mi pequeño un día cayó inconsciente y lo llevé al Hospital del Niño. Espero que en el Innfa me ayuden con los exámenes”.

Helena Loor
Ama de casa

“La tomografía me cuesta más de $ 30. Es un rubro que yo sola no puedo costear, así que vengo acá”.