Cuidado
Un simple resfrío puede infectarse y ser el origen de otras enfermedades del sistema respiratorio. Una correcta medicación es importante para prevenir complicaciones.
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Hay quienes no van al médico por una simple gripe. Sin embargo, esa tal vez sea una mala decisión pues, según los especialistas, esta enfermedad puede tener graves complicaciones.
“En algunas personas la gripe puede convertirse en una sinusitis, pero en otras personas esa misma infección quizás llegue a los pulmones y produca una neumonía”, explica el neumólogo Iván Chérrez.
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Durante el 2005, la influenza y neumonía ocuparon el cuarto puesto en las causas de muertes en el Ecuador.
Según Chérrez, el primer síntoma de una neumonía es un cuadro gripal causado en el 90% por virus. “Estos virus son tantos que nunca desarrollamos anticuerpos contra todos y siempre nos caen nuevos que se modifican. Uno de esos, el más grave, es el de la influenza”, asegura Chérrez.
Para Pedro Toledo, jefe de servicios de otorrinolaringología de la Clínica Alcívar, lo primordial es hacer un buen diagnóstico para diferenciar entre una gripe y una infección respiratoria bacteriana.
La mayoría de personas cree que cada vez que se presenta tos, malestar, congestión y mocosidad se trata de una gripe. Pero Toledo precisa en que muchas de esas ocasiones se trata de infecciones bacterianas.
Las señales usuales de una gripe son fiebre, dolor de cabeza y cuerpo, presencia de moco transparente y en estos casos el tratamiento es sintomático, es decir que se dan medicinas para aliviar los síntomas y vitamina C para reforzar el sistema inmunológico.
Si a los dos o tres días el organismo no mejora, la fiebre supera los 38°C y el moco se torna amarillento, entonces se trata de una infección bacteriana que necesita de antibióticos.
Ambos tipos de infecciones producen un deterioro de las vías respiratorias desde la nariz hasta los pulmones, lo que, según Chérrez, predispone al paciente a tener una complicación y convertirse en neumonía.
Este mal es causado por una bacteria llamada Streptococcus pneumoniae (pneumococo). También puede ser viral lo que ocurre más comúnmente en los niños de entre 2 y 3 años. En estos casos el pronóstico es mejor, lo que quiere decir que se espera que el paciente mejore más rápidamente.
Sin embargo, si hay presencia de bacterias los daños al organismo pueden ser graves. De acuerdo con la neumóloga Mireya Rodas, una neumonía puede devenir en un derrame pleural que es cuando el líquido situado entre las capas pleurales (dos finos tejidos que rodean al pulmón), aumenta y se infecta convirtiéndose en pus. Por otro lado, la infección puede pasar a todo el organismo si no se controla.
Para Rodas, estas complicaciones se dan solo cuando el paciente tiene un sistema inmune débil sea por la edad o como consecuencia de otras enfermedades que comprometen sus defensas, como la desnutrición.