Al menos 75 muertos y por lo menos 200 heridos dejó este martes el estallido de un coche-bomba cerca de una mezquita chií en una concurrida zona comercial de Bagdad, informó la Policía.
  
La explosión retumbó en la ciudad poco antes de las 2 de la tarde y levantó una columna de humo entre los edificios del centro de la capital iraquí. Hace dos días fue levantado un toque de queda que tuvo el propósito de evitar represalias por el atentado de la semana pasada contra una mezquita chií en la ciudad de Samarra.
  
Poco después de la explosión se escucharon disparos. De acuerdo con un policía, el estallido ocurrió cerca de la mezquita de Jilani en el área comercial de Sinak.
  
En declaraciones anónimas por motivos de seguridad, funcionarios policiales y responsables de hospitales dijeron que la explosión causó al menos 75 muertos y 204 heridos.
  
El área de Sinak fue objeto el 28 de mayo de un atentado suicida con un coche bomba que mató al menos 21 personas.
  
Además, unos 10.000 soldados estadounidenses apoyados por vehículos blindados y carros de combate entraron la madrugada del martes en un santuario de Al-Qaeda al noreste de Bagdad.
  
Y fuerzas combinadas de Estados Unidos e Iraq, respaldadas por helicópteros artillados, mataron por lo menos a 22 insurgentes, dijeron los militares.
  
El imán de la mezquita, el jeque Saleh al-Haidari, dijo que fue un camión cargado de explosivos detonado cuando los feligreses salían tras recitar las plegarias de la tarde.
    
Este ataque fue planeado y ejecutado por almas enfermas, que dañó la fachada de la mezquita, abatió mi oficina y la habitación superior, dijo Al-Haidari a The Associated Press en una entrevista telefónica.
    
Varios cadáveres fueron retirados de los escombros y numerosos feligreses resultaron muertos o heridos, agregó y aclaró que no se encontraba en el edificio en el momento de la explosión.
  
Unas tomas de Television News mostraron un enorme montón de escombros, aunque la cúpula turquesa seguía intacta.
  
Las ofensivas tuvieron lugar en Bakuba, capital de la provincia de Diyala, con la intervención de la aviación durante la noche, dijo el alto mando en una declaración. La operación se encuentra en las fases iniciales, agregó el parte.
  
El comandante de las operaciones iraquíes en Diyala, el mayor general Abdul-Karim al-Rubaie, dijo el martes que fueron confiscadas espadas, esposas y cables eléctricos -utilizados al parecer para torturar a los prisioneros- en una vivienda clandestina utilizada por los insurgentes.