El primer día, cuando estaba 2-1 en el último set sobre Arthur Ashe, se suspendió el partido porque no había luz natural. Al siguiente día no tuve problemas, gane 6-4 y el compromiso. La gente me sacó en hombros. Recuerdo con humor que cuando pasó la euforia me dejaron en plena 9 de Octubre botado y tuve que tomar un taxi para volver.