¿Qué debe hacer Ecuador dado que la FIFA prohíbe jugar partidos internacionales en urbes sobre los 2.500 metros de altura?
Se perjudicará a países como Ecuador, Bolivia, Perú, Colombia. La medida argumenta razones médicas, lo cual hace pensar que la FIFA sabe muy poco de deporte y mucho de política, pues ha conseguido que algunas naciones no asistan a la Copa América, boicoteando este evento en Venezuela.
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Decimos que la FIFA hace gala de no saber de deportes, porque las condiciones climáticas y ambientales siempre han sido parte fundamental del deporte. Así tenemos que se juega fútbol en países muy fríos, con lluvias torrenciales, lo que de hecho resfria a los jugadores; y también se juega en países muy calientes, lo que deshidrata a los futbolistas. Así que Jefferson Pérez no acepte correr en lugares con mucha humedad o calor, pues perjudican su salud; o que las carreras de carros deban ir en línea recta para disminuir accidentes; o prohibir escalar montañas.
Los futbolistas no han tenido problemas en la altura, al contrario de otros deportes más peligrosos. Claro que jugar en la altura requiere más esfuerzo, entrenamiento y concentración, y esto es lo que ciertos equipos de fútbol y jugadores no quieren hacer. Por lo tanto, no hay razones médicas evidentes (como sí las hay en otros deportes), para sancionar a países, como Ecuador, que históricamente han jugado en la altura. Ecuador, Quito, Tri: no retrocedamos que ¡sí se puede!
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Sofía Espín,
Quito
Hay una solución sencilla: si la FIFA insiste en prohibir los juegos internacionales en las ciudades que tengan más de 2.500 metros de altura, pues que se hagan los encuentros en Cuenca (8.200 pies o 2.499 metros), o en Ambato (5.886 pies o 1.794 metros).
Carlos Sidué,
Nueva York, EE.UU.
Esta resolución hace caer en cuenta que el esquema administrativo en la era Blatter se relaciona con las delicadas sobreprotectoras reglas de juego, introducidas para coartar vehemencias, con las que se distinguen los andinos. Destapa la farsa de los superdirigentes y grandes astros, llegando a ser una quimera, según la manera de legislar de la FIFA, que el futbolista sea considerado un verdadero atleta preparado para jugar en cualquier lugar del planeta. La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) tiene monopolizada la dirección de fútbol profesional (léase comercial), con idea fija de ganar millones de dólares. Es que los “grandes” países exportadores de estrellas olfatean el peligro que representan naciones como Ecuador, cuyos futbolistas tienen cualidades y son más baratos. La FIFA debe releer esa resolución inconsistente y pensar que dirige el mundo futbolístico, no intereses económicos de un grupo de inversionistas del deporte.
César Jijón Sánchez,
Guayaquil
Además de politiquera, es ridícula la medida. Debemos presentar nuestra protesta al mundo. Pero no asustarnos, sino todo lo contrario, que esto nos sirva para demostrarles a la FIFA y a los demás países interesados en que no se juegue en ciudades frías como Quito, que la Tri cuando quiere, ¡sí puede!, ganar con garra y honor.
Gabriela Rojas,
Salinas