No es un cuento de hadas, aunque así lo describe el diario  belga  Le Soir  que –en la página 22 del 30 de marzo pasado– publica un perfil de la también belga Anne Malherbe, la esposa del presidente Rafael Correa.

Véronique Kiesel, autora de la nota, relata que la vida familiar de la pareja se “trastornó” al llegar a Carondelet. “Guardaespaldas día y noche, nada de salidas sin protección”.  Le Soir  dice que Anne logró imponer cambios: “Por ejemplo, ¡nada de que le cierren las puertas de los almacenes para ella sola cuando se va de compras!”.

 “El otro día tomé mi desarmador y desmonté todo el sistema de alarma interna que se nos había instalado. No solo era invisible, sino que tal vez esté repleto de micrófonos. Supuestamente sirve para protegernos contra una incursión de los militares. ¡Pero si son ellos quienes vigilan la casa! Si quieren entrar, lo van a hacer”, relata Malherbe a la periodista.

Publicidad

El diario cuenta, además, que Malherbe no esconde una preocupación: “Sé que Rafael está amenazado: molesta demasiados intereses particulares. Pero no pienso que se atreverían a tocar a su familia”.

Para Malherbe, “es muy duro estar en la casa, sobre todo porque, con las medidas de seguridad, debo pedir permiso para salir. ¡Parece que tuviera 5 años! (...) Por cierto, yo quiero volver a trabajar en septiembre”.