Once marcas se disputan el negocio. Otros competidores aparecen en escena.
Cada vez que está frente a las perchas de pañales en una farmacia o tienda, Jackeline Villao, de 30 años, siempre elige un paquete de 24 unidades con modelos que tengan aloe vera (sábila) y manzanilla.
Aunque sabe que por ese detalle tendrá que pagar un poco más (un promedio de 3,20 dólares), está segura de la decisión de su compra, pues la piel de su hijo es muy delicada y requiere de prendas de estas características.
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Este tipo de necesidades es lo que buscan cubrir las empresas nacionales y filiales de multinacionales que incluyen en sus líneas de productos masivos el pañal desechable.
La competencia es evidente: actualmente hay cinco actores en el negocio en el país, entre importadores y fabricantes, con once marcas en el mercado. La oferta sigue en expansión.
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Un informe reciente de la Oficina del Servicio Comercial de Estados Unidos señala a la multinacional Kimberly-Clark, Otelo, Grupo Zaimella, Familia-Sancela y Dolabella S.A. como las compañías clave en la industria que factura un promedio de $ 84 millones.
La multinacional Kimberly-Clark tiene sus productos estrella Winner que se fabrica en el Ecuador y Huggies que son pañales importados desde Colombia. Ambos ítems apuntan a un consumidor de economía alta.
La firma local Dolabella S.A. (Laboratorios Fabell) cuenta con Tenders, Nenesec y Agu Agu; estas dos últimas son marcas que recientemente se promocionan en el mercado. La compañía ecuatoriana Otelo, en cambio, cuenta con Pañalín, un producto económico con alta penetración en la Costa.
En tanto que el grupo Zaimella, que tiene como objetivo el consumidor de clase media principalmente, fabrica Panolini, Pompis, Piccolin, Pototitos y Pototín.
Este último producto infantil se comercializa en unos 80 puntos de venta a nivel nacional, que en el 95% operan bajo la modalidad de franquicia.
La oficina del Servicio Comercial estadounidense también refiere que los pañales son un negocio en auge, pues el consumo alcanza los 480 millones de unidades cada año, con un estimado de clientes objetivo de 2,4 millones de niños que llegan hasta los 2 años.
Andrés Troya, analista de mercado de la agencia Rivas Herrera Young & Rubicam, indica que el auge de la industria de los pañales se debe a que cada vez se vuelven asequibles al bolsillo de los consumidores en general. “Algunas empresas ofrecen empaques más grandes por precios razonables”.
Los analistas de mercado adjudican también el repunte de las ventas de los pañales al constante crecimiento de la población infantil. Ello apuntala el dinamismo en el mercado de los pañales.
Pero la agresiva competencia también ha impulsado a los fabricantes de pañales a incursionar en otras categorías de higiene personal. La empresa Familia-Sancela, por ejemplo, presentó recientemente en el mercado pañitos húmedos para niños de 3 a 8 años bajo la marca Fresh Kids.
Priscila Ruiz, de Familia-Sancela, afirma que los fabricantes apuntan a la tendencia de la diversificación. “La mayoría produce pañitos, toallitas, champús. Debido a esa competencia, nosotros optamos por Fresh Kids, que son wippers para niños más grandecitos, y en esa categoría no tenemos competencia”.
14%
De ventas. Es el crecimiento que registró la comercialización de pañales desechables en el país entre el 2005 y el 2006. El 74% de las entregas se las realiza a través del canal tradicional (tiendas, abarrotes, farmacias, bazares, minimarkets).
38%
De negocios. Es el promedio ponderado de locales tradicionales que distribuye una marca de pañales; el 27% comercializa dos marcas y el resto, tres o más.