Sin atención médica, 29 embarazadas viven expuestas a los peligros de la cárcel.

Se aferra con sus manitos al pecho de su madre. Va cerrando sus ojos, pero los gritos de las internas interrumpen sus sueños. Su madre, Nathaly, intenta calmar al bebé, de un mes de nacido, paseándolo en sus brazos de un lado al otro en el estrecho espacio de su celda.