Es un gesto que saludamos. El país ha sufrido demasiado las consecuencias de un régimen en el que se consideraba normal que los parientes actúen como representantes o mensajeros de los dueños del poder. Es una de las áreas  que requieren cambios radicales, y aunque todavía estemos lejos de haberlo conseguido, al menos hay el anuncio de que se emprenderá por ese camino.