Por 5 años un grupo vivió aislado hasta que enterraron a una de ellas en el patio.

La muerte de una mujer por falta de atención médica puso al descubierto a una secta “cristiana-ecológica” integrada por jóvenes chilenos de clase alta que viven en aislamiento.

La secta enterró el cuerpo en un patio de la comuna rural de Pirque, sur de Santiago.

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La justicia chilena investiga el accionar de esta secta integrada por una veintena de jóvenes de clase alta que decidieron vivir en aislamiento en una propiedad rural y que enterraron ilegalmente a una de sus miembros, muerta luego de dar a luz sin recibir atención médica.

La fallecida, Jocelyn Rivas, una profesora de danza de 26 años,  habría muerto en abril producto de una septicemia luego dar a luz en enero a una niña  –cuya suerte se desconoce– y de agonizar por semanas sin recibir ninguna atención  médica, según la investigación judicial en curso.

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El cadáver de la joven fue enterrado en el patio trasero del predio donde  se ubica la comunidad, en una perdida parcela del sector rural de Pirque, al  sur de Santiago, y no se informó del deceso a las autoridades.

Los miembros de esta secta, autodefinida como “cristiana y ecológica”, viven en extremo aislamiento de la civilización, y en su mayoría pertenecen a influyentes familias de la clase alta de Santiago,  reunidos desde hace unos cinco años.

El grupo, compuesto por unas 20 personas –entre ellas niños y bebés–, estaría liderado por la ciudadana argentina Paola Olcese y el pintor chileno  Roberto Stark.

La muerte y el entierro ilegal de la joven se conocieron solo después de  que su familia interpuso una denuncia por “presunta desgracia” tras perder el  contacto con ella.

La policía concurrió el sábado pasado a la comunidad y desenterró el  cadáver, sometido luego a una autopsia que determinará si su muerte ocurrió de  forma natural o intervinieron terceras personas.

El deceso de la joven profesora de danza volcó los ojos de la prensa de  Santiago a la forma de vida de estos jóvenes, que no tienen casi ningún  contacto con el exterior.

Según testimonios de vecinos, los miembros de la comunidad se alimentan solo de las hortalizas que siembran en los patios del predio, fabrican y venden en las cercanías pan de linaza y los niños que viven junto a ellos no han asistido nunca al  colegio.

Dos de los tres bebés que forman parte de la comunidad tampoco aparecen  inscritos en el Registro Civil.

Uno de los miembros  es el historiador Fernando Castillo Echeverría, hijo de un ex gobernador de Santiago, ex rector de la Universidad Católica de Santiago y ex alcalde de la comuna de La Reina, Fernando  Castillo Velasco.

Castillo Echeverría se refugió hace dos años en la comuna con su esposa y un hijo.

Antes de ingresar a la comunidad, Castillo fue asesor en temas culturales de la ex primera dama Luisa Durán,  esposa del ex presidente Ricardo Lagos.

Los vecinos han indicado que se dedican gran parte del día a la  oración y creen fielmente que entre ellos nacerá próximamente un mesías.

Además no  creen en la sanación física y por eso desprecian la intervención médica.  “Ellos creen firmemente que Dios los cuida mejor que el médico”, expresó Castillo Velasco.