Ecuador presentará el martes su estrategia internacional para contrarrestar los efectos del Plan Colombia financiado por Washington, en el marco de la crisis con Bogotá que al mismo tiempo lucha para descongelar fondos estadounidenses para su campaña antidrogas.
El Plan Ecuador será lanzado oficialmente como una "respuesta de paz, justicia y desarrollo" a la acción de Colombia, que es "militarista y violenta", señaló el presidente Rafael Correa durante los preparativos del acto que se llevará a cabo con la presencia de varios embajadores, según fuentes oficiales.
Correa echará a rodar la estrategia en un momento crítico para el gobierno de su colega Álvaro Uribe, acosado por denuncias sobre supuestos nexos con paramilitares que han dañado la imagen de Bogotá entre los demócratas estadounidenses.
A la par con la tensión interna, Uribe sortea la negativa del Congreso estadounidense a desembolsar 55 millones de dólares para el Plan Colombia hasta tanto responda inquietudes sobre derechos humanos.
La campaña ecuatoriana retumbará igualmente en las relaciones entre Colombia y Ecuador, deterioradas desde diciembre, cuando Quito retiró a su embajador molesto por las aspersiones antidrogas en la frontera y tras una serie de reclamos diplomáticos por incursiones colombianas.
Correa -quien en sus discursos excluye a Colombia de la lista de los gobiernos que considera progresistas- no ha revelado el costo del Plan Ecuador, aunque tiene definido los campos de acción.
"Lo que esperaba el mundo y Colombia era una reacción virulenta de Ecuador, cerrar la frontera, pedir visa a los colombianos, pero por el contrario ese Plan Ecuador lo que va a buscar es regularizar a los colombianos; que los desplazados por el conflicto tengan el estatus de refugiados", manifestó.
Al tiempo que extendió su mano a los afectados por el conflicto colombiano, Correa cerró el puño con el gobierno de Uribe, advirtiendo que "no permitiría más abusos en la frontera" y que llevaría al Tribunal Penal de La Haya la controversia por las fumigaciones, que según Quito afectan el ecosistema y la salud humana.
Correa cuenta con el respaldo implícito de la oficina de la ONU para los refugiados (ACNUR), que ha aplaudido la generosidad de Ecuador con la población perjudicada por la violencia en el vecino país.
Según el organismo, Ecuador acoge al mayor número de refugiados colombianos en el continente, con cerca de 14.000 registrados y otros 5.000 a la espera de asilo. Además, estima que el número total de colombianos con necesidad de protección internacional podría ser de hasta 250.000.
Por su parte, las autoridades locales estiman que unos 500.000 colombianos están en territorio ecuatoriano, la gran mayoría en condición de ilegales.
El Gobierno ha descartado que el Plan Ecuador sea una respuesta militar a la campaña antidrogas de Colombia, aunque ha anunciado que las Fuerzas Armadas reforzarán su presencia en la frontera.
Los militares "deberán continuar con la defensa del territorio, la soberanía y fortalecer su accionar como gestores del desarrollo y la protección de la población", explicó la ministra de Defensa, Lorena Escudero.
Colombia y Ecuador comparten una frontera de cerca de 600 km, a lo largo de la cual operan guerrilleros, paramilitares y contrabandistas de armas y drogas.