La ciudad de Moscú ha sido elegida por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) como sede de los Mundiales de 2013, por delante de Barcelona y Brisbane, según anunció hoy en Mombasa (Kenia) el presidente de la IAAF, el senegalés Lamine Diack.
Daegu (Corea del Sur) organizará los Mundiales de 2011, según la votación de la IAAF, que anunció de manera simultánea las ganadoras de 2011 y 2013.
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Brisbane, Moscú y Daegu aspiraban a organizar los Mundiales de 2011 ó 2013, mientras que la capital catalana sólo concurría a los de 2013, finalmente otorgados a Moscú.
Reunido en Mombasa, el consejo de la IAAF asistió durante toda la mañana a las presentaciones de los cuatro proyectos antes de debatir las propuestas y proceder a las votaciones de ambas sedes. En ambos casos, 2011 y 2013, sólo fue necesaria una ronda de votaciones porque tanto Daegu -2011- como Moscú, en 2013, ganaron por mayoría absoluta.
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La IAAF no hizo público el resultado de las votaciones. Su presidente, Lamine Diack, se limitó a comparecer en una sala de un hotel de Mombasa para alabar el nivel de las cuatro candidaturas y anunciar las sedes. Primero confirmó la victoria de Daegu ante el júbilo de la numerosa delegación coreana y posteriormente anunció a Moscú como ganadora de la edición de 2013, para decepción de la delegación barcelonesa y alegría contenida de los rusos, cuya gran apuesta se basaba en el año 2011.
La victoria en 2013 de Moscú, gran rival de Barcelona desde el arranque de la carrera para organizar el Mundial, fue recibida en el seno de la delegación catalana como una apuesta de la IAAF por el apartado puramente económico y mercantil de los Mundiales, más allá de los aspectos estrictamente deportivos.
De hecho, la candidatura rusa fue la que más incentivos adicionales ofreció ante el consejo de la IAAF durante su presentación: un patrocinio con el banco ruso VTB por valor de 30 millones de dólares, ampliable a 70 con la posible participación de varias empresas rusas, la construcción de un estadio con capacidad para 24.000 personas, un campamento para todos los atletas previo a la disputa del Mundial y la inauguración del campeonato en la Plaza Roja.
Barcelona, por su parte, ofreció como incentivo adicional -una medida de última hora habitual en este tipo de presentaciones con el objeto de arañar votos- la entrega de 12 millones de dólares a la IAAF repartidos en tres años, entre 2011 y 2013.