Nosotros los taxis amarillos, los legales que cumplimos con todo lo que disponen las leyes de tránsito, somos los perjudicados en nuestro trabajo que ha bajado el 60% a causa de estos infractores.

Antes los carros viejitos eran los piratas conocidos, que creo que lo hacen por necesidad, pero estos carros nuevos que muchos ponen a rodar en las calles tres, cuatro de un mismo dueño cobrando de  25 a 30 dólares el alquiler, esto no es una necesidad es un negociado ilegal en las calles.

Las estadísticas dicen que ruedan de 7.000 a 8.000 taxis amarillos legales en el Guayas. En Guayaquil siquiera la mitad son los llamados piratas porque están hasta en el último rincón como que si se hubiesen tomado la ciudad y no hay nadie que haga algo al respecto.

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El gremio amarillo quiere trabajar con tranquilidad y no con competencia ilegal.

David Guillén Novillo
taxista, Guayaquil