Si el Gobierno tiene derecho a su campaña por la Asamblea Constituyente, aun usando los dineros de los contribuyentes, entonces la sociedad civil y los que sí amamos al país y no lo queremos ver convertido en un experimento neocomunista también tenemos todo el derecho de decir ¡no! en la próxima ilegal, anticonstitucional y costosísima consulta popular.
Ecuador no necesita otra Constitución, ya hemos tenido demasiadas y ninguna nos ha servido para salir de la pobreza. No necesitamos la horrenda incertidumbre que es el único logro del nuevo régimen, y peor la pugna de poderes y el desmembramiento regional. Lo que necesitamos para alcanzar desarrollo es estabilidad, seguridad jurídica y libertad, que es lo que primero buscará quitarnos la Asamblea omnímoda. ¿Libertad de qué?, de todo, de pensamiento, acción...
Javier Ruiz,
Guayaquil
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¿Por qué tanta oposición a la idea de hacer una nueva patria? Esa actitud de quienes se oponen al cambio estructural es porque tienen grandes intereses personales y partidistas y sienten que toda reforma que favorezca a la mayoría de compatriotas les entorpece sus propósitos mezquinos.
Históricamente todo proceso de cambio o “revolución” en una nación ha tenido duras consecuencias porque hay grupos de poder que se oponen a las medidas que lleven al desarrollo a los desfavorecidos. Ya vemos cómo el Congreso entró en pugna con el TSE (Tribunal Supremo Electoral) y han rodado algunas cabezas. Ojalá esto no tenga repercusión en la propuesta que el Ejecutivo se ha planteado desde el inicio de su gestión, la Constituyente.
Alejandro Sánchez Fuentes,
Guayaquil
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Solamente ciertos diputados pueden decir que es “constitucional” destituir al presidente del TSE, organismo máximo en época de elecciones. Lo que tradicionalmente se hace, y en apego a la Constitución a pesar de estar recontra violada, es un juicio político basado en fundamentos válidos; después se procede a la destitución, pero todo esto luego de que se termine la consulta popular y se determine si gana el sí o el no.
Ahora, si vamos a llamar a juicio político a los vocales del TSE, ciertos diputados sabrán besarles los pies a sus jefes, pero de leyes, que les devuelvan el dinero porque no aprendieron nada.
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Carlos Sánchez
Nueva York, EE.UU.
Hay que marcar el 7 de marzo del 2007 como el día que la dictadura se instauró en Ecuador. Muy aparte de las consideraciones o desconsideraciones que los diputados tengan, 52 legisladores representan el 52% de la votación, en pocas palabras, el Gobierno declaró que su palabra es la ley y nada más.
El “socialismo del siglo XXI” se parece cada vez más al fascismo o comunismo del siglo XX: policías en el Congreso; el Gobernador que dice “estás con nosotros o en nuestra contra”... Ecuatorianos, ¿estamos preparados para vivir un modelo económico que por cien años no ha sacado a ningún país de la pobreza?, ¿estamos preparados para que el Gobierno despilfarre el dinero de los impuestos en obras populistas sin impacto a largo plazo?, ¿estamos preparados para mandar a nuestros hijos a formar grupos “correístas chavistas” para que vigilen y atemoricen a los disidentes? Si no creen hablen con un ruso, cubano o alemán del este.
Jorssy Daniel Macías Arévalo
Minneápolis, EE.UU.
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