El primer ministro japonés, Shinzo Abe, dijo este lunes que no volverá a pedir perdón porque se obligara a miles de mujeres a actuar como esclavas sexuales para soldados nipones durante la Segunda Guerra Mundial.

Abe dijo que Japón no se disculpará aunque se apruebe una resolución de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que exija una disculpa.

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Sin embargo, Abe dijo que respaldaba las disculpas ofrecidas por el gobierno japonés en 1993, que reconocieron que el Ejército intervino en la creación y gestión de burdeles en tiempos de guerra y que se utilizó la coerción.

"Tengo que decir que incluso si la resolución se aprueba, eso no significa que vayamos a pedir perdón", dijo el Primer Ministro a un comité parlamentario, reiterando la posición del Ejecutivo de que la resolución estadounidense contiene errores de hechos.

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Abe ha dicho desde que se convirtió en primer ministro en septiembre pasado que mantiene la disculpa de 1993, lo que ha molestado a muchos de sus seguidores conservadores, que compartían sus críticas en el pasado por la declaración.

El legislador estadounidense demócrata Michael Honda presentó una resolución no vinculante que propone al gobierno japonés que pida perdón formalmente y sin ambigüedades y reconozca la tragedia que "mujeres consuelo" sufrieron a manos de su Ejército Imperial durante la Segunda Guerra Mundial.

"Mujeres consuelo" es un eufemismo japonés para las alrededor de 200.000 mujeres, en su mayoría asiáticas, obligadas a mantener relaciones sexuales con soldados japoneses en burdeles situados en zonas de batalla durante la guerra.

Honda, uno de los pocos legisladores estadounidenses de ascendencia japonesa, se declaró alarmado por los intentos de algunos conservadores en Japón por retirar o revisar la admisión anterior del gobierno de un papel estatal en el sistema de burdeles.