Fueron invitados a hospedarse en un hotel pero ellos se negaron. A las 16:00 del viernes pasado, un delegado de la Subsecretaría de Migración intentó persuadir a los perjudicados de Air Madrid para que se subieran al bus de la Fuerza Aérea Ecuatoriana y fueran trasladados al centro de la ciudad.

“De aquí no nos movemos”, “nos quedamos pase lo que pase”, “ya hemos perdido tanto tiempo”, “vamos a esperar el avión” fueron algunas de las expresiones que se escucharon luego que el vehículo emprendió su rumbo con alrededor de veinte pasajeros.

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“Ya estamos hartos de mentiras. Nos mandan a un hotel pero solo nos pagan una noche, el resto tenemos que poner de nuestros bolsillos y ya no tenemos (dinero). Yo vengo de Quito, he gastado de viaje en viaje”, se quejó Janeth Aguirre.

La contrariedad era general. Ellos permanecen a la espera del último vuelo a España.

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“Voy al borra y va de nuevo”,  lamentó la quiteña Cecilia Viteri, quien debió reportarse en su trabajo, en Madrid, el 13 de enero pasado.
Faltar le significó perder su  empleo.

El machaleño Enrique Villansaca, también perjudicado, vive el mismo drama. Relató que ha pasado los últimos días entre despedidas con sus familiares y promesas de viajar.

La canciller María Fernanda Espinosa aseguró ayer desde Macará que el vuelo ofrecido por Venezuela se retrasó porque este país lo envió con ayuda a Bolivia por  las inundaciones, informó la agencia EFE.

“El martes estaría saliendo el último vuelo, estoy confirmando eso con Venezuela”, añadió Espinosa, tras remarcar que con ese se pondrá fin al plan gubernamental de ayuda a los perjudicados de Air Madrid.