El ministro ecuatoriano de Agricultura, Carlos Vallejo, descartó este jueves una expropiación masiva de tierras, pero insistió en que el gobierno socialista redistribuirá los terrenos ociosos y mal cultivados.
Vallejo señaló que el Ejecutivo llevará a cabo una reforma agraria que prevé, además de la redistribución, titular tierras a campesinos pobres para que puedan acceder a créditos y ampliar la frontera agrícola.
"Siempre es viable la reforma agraria, pero que no haya confusiones, porque todo el mundo cree que mañana voy a ordenar la expropiación de la haciendas ganaderas, de palma africana o de las bananeras", señaló el ministro en una entrevista radial.
Agregó que el presidente Rafael Correa "está planteando una actividad robusta para crecer en el sector empresarial grande, mediano y pequeño, que se merece todo el apoyo del gobierno".
Empero, anotó que "si en alguna parte existe una propiedad abandonada, que los dueños no quieren trabajar y que está desperdiciada la tierra, es obligación del Estado redistribuirla entre los campesinos".
El gobierno sostiene que el porcentaje de esos predios es "muy pequeño", pero que aun así serán incluidos en la reforma con el fin de aumentar la producción en el sector.
Vallejo subrayó que el gobierno no intervendrá las tierras de alta rentabilidad, ni las reservas ecológicas, como tampoco afectará a los agricultores eficientes.
"A la empresa que está trabajando, a los agricultores y ganaderos que han demostrado que se puede hacer una agricultura eficiente y tecnificada, les daremos todo nuestro respaldo", precisó.
El ministro reiteró la disposición de Correa de ampliar en 10 años el pago de las deudas hasta por 20.000 dólares que los agricultores contrajeron con el Banco de Fomento (estatal).
Con ello, anotó el funcionario, los beneficiarios tendrán el derecho de nuevos créditos para la producción, lo que demuestra el "compromiso del gobierno de trabajar para los sectores pequeños del país".