Entre bailes, coplas y canciones, los guarandeños demostraron al Mandatario las tradiciones y el folclore característicos de la provincia de Bolívar. Además agradecieron su presencia por ser el primer presidente en asistir a sus fiestas.
Desde las 11:30, la calle Diez de Agosto, una de las principales de la capital provincial, se empezó a llenar de bailarines, reinas y zanqueros que agitaban el ambiente festivo.
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El principal obsequio que recibió el Mandatario fue el ‘pájaro azul’, bebida tradicional en las fiestas del Taita Carnaval que se obtiene de la caña de azúcar. Establecimientos educativos, grupos de trabajadores, militares y otros gremios le ofrecieron más de siete botellas en diferentes sabores.
Pero la emoción de las guarandeñas llegaba más allá pues varias expresaban en sus coplas cantadas su simpatía por Correa; algunas le regalaron guitarras, rosas y hasta platillos típicos, todos acompañados con el respectivo beso.
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Pasadas las 13:00, Correa –vestido con una camisa que mostraba detalles indígenas– se excusó con los guarandeños, pues alegó que el mal tiempo podría dificultar su retorno en helicóptero a la base aérea del cantón Salinas (Guayas), en donde descansa con su esposa, Anne Malherbe, sus tres hijos, su madre Norma Delgado y su hermano mayor Fabricio.
En su lugar se quedaron las secretarias de Estado.