China, gigante asiático adonde todas las empresas del  mundo se precipitan para invertir, padece al mismo tiempo una creciente fuga de  cerebros, preocupante para una economía -la cuarta mundial- cada vez más necesitada de mano de obra cualificada.
  
Según un informe de la Academia de Ciencias Sociales china, citado este martes por la prensa local, las dos terceras partes de los jóvenes chinos que  estudian en el extranjero deciden quedarse en sus países de adopción una vez obtenidos sus diplomas.
  
Mas de 300.000 chinos trabajan hoy en industrias de alto valor añadido en  el extranjero, y esa cifra se incrementa cada año con la emigración al exterior  de decenas de miles de estudiantes formados en las universidades chinas.
  
"Es una gran pérdida para China, que hoy necesita de mucha gente  cualificada, porque además el país ha invertido en ellos", comentó Li Xiaoli,  uno de los autores del informe citado por el China Daily, quien vincula esta  ola de emigración a la creciente integración de China en la economía mundial.
  
Cerca de un millón de chinos estudiaron en el extranjero desde los años 80,  pero esa movilidad se aceleró en los últimos años.
  
El China Daily asegura no obstante que esos flujos se producen ahora en  ambos sentidos, ya que mucbhos emigrados chinos optan por regresar a su país,  donde han mejorado las condiciones económicas.
  
Así, desde 2002, mas de 100.000 estudiantes viajaron al extranjero para  estudiar, pero en el mismo período el número de retornos a China osciló entre  20.000 y 30.000, según el diario, que cita estadísticas del ministerio de  Educación.
  
Algunos expertos instaron al gobierno a adoptar medidas que frenen la  tendencia, haciendo al mercado nacional de trabajo más atractivo para los  asalariados expatriados,y así estimular su regreso.
  
"Necesitamos aplicar un sistema que gestione la salida y la llegada de  talentos" en China, explica a la AFP Bian Binbing, responsable de un gabinete  de consulta de recursos humanos, CBP Career Consultants.
  
"Actualmente, China aborda el problema de una manera general, examinando la  emigración de forma global. Pero lo que necesitamos es estudiar los casos  individualmente, en particular los de las personas que tienen cualificaciones  en las altas tecnologías", añade el experto.
  
Algunas medidas han sido adoptadas, como los préstamos a tasas  preferenciales para la creación de empresas. Pero aún queda mucho por hacer.
  
Y la tarea no es fácil ya que, pese al espectacular despegue económico de  China en los últimos años, las empresas del país no pueden competir con los  salarios y las oportunidades profesionales ofrecidas en Estados Unidos y en  Europa.
  
Sin embargo, la situación tiene también un aspecto positivo. Así, China  recibe anualmente cerca de 20.000 millones de dólares de su diáspora, según un  reciente informe de la ONU, citado por el China Daily.