En ese lapso se dejaron de extraer 54.000 barriles de crudo y la producción diaria bajó hasta 158.000 barriles. Ayer, sin embargo, superó los 170.000 gracias a la suspensión de las protestas.

En los sectores de Dayuma y Cañón de los Monos, los pobladores cerraron vías y puentes impidiendo que los técnicos de la petrolera ingresaran a las instalaciones.

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Óscar Garzón, vicepresidente de Petroproducción, manifestó que urge resolver los problemas sociales que experimenta la zona para evitar la permanente conflictividad con las petroleras.