La producción estatal ecuatoriana de crudo bajó en unos 40.000 barriles diarios desde agosto de 2005 a la fecha, situándose en 255.000, informó este jueves el presidente de Petroecuador, Carlos Pareja.
Según el directivo, el miércoles, cuando asumió funciones, la producción registraba un "récord a la baja" por una caída de unos 35.000 barriles diarios en los campos operados por Petroecuador, y de 10.000 en los que tenía a cargo la estadounidense Occidental Petroleum (Oxy), expulsada en mayo de 2006.
"La empresa está en una emergencia no decretada. Es un reto muy grande porque hay una tendencia a la declinación en los campos de Petroecuador", declaró Pareja a Radio Quito.
El funcionario añadió que "es obvio que lo hecho hasta el momento no ha dado resultados. No sólo es un problema de dinero, perforaciones o reacondicionamiento de pozos. Es parte de la solución, pero hay que entrar a una nueva estrategia técnica para administrar los campos maduros", dijo.
Pareja sostuvo que si es necesario contratará a expertos extranjeros. "Colombia lo hizo, tenía campos de esta naturaleza y contrató técnicos internacionales expertos en el tema", dijo.
Ecuador es el quinto productor sudamericano de crudo con 543.000 barriles diarios, incluidos los de las multinacionales.
El socialista Rafael Correa, quien asumió la presidencia ecuatoriana el lunes, y su par venezolano, Hugo Chávez, firmaron el martes un contrato para el intercambio de petróleo por derivados, que empezará a concretarse a fines de febrero con el envío de 220.000 barriles de gasóleo a Ecuador.
"Hemos comenzado a eliminar la intermediación a la que siempre hemos estado sometidos", destacó el jefe de Petroecuador, recordando que en 2006 su país invirtió 2.000 millones de dólares en importación de derivados y este año gastará 2.300 millones.
Pareja señaló que por ahora no es posible precisar el ahorro que obtendrá Quito por la alianza con Caracas, pero que "en ningún caso puede ser una cifra negativa por las condiciones del contrato".
"El gasto va a bajar, pero seguirá siendo altísimo porque no tenemos nada más que hacer. La solución definitiva es una nueva refinería, pero su construcción demora cuatro años", precisó.