Rafael Correa firmó el decreto número 2 de su gobierno y convocó a una consulta popular para decidir la realización de una Asamblea Constituyente con plenos poderes que modifique la Carta Política de 1998, como el primer eje de su flamante función.

En orden directa al Tribunal Supremo Electoral para la realización de la consulta, Correa anunció que se hará el domingo 18 de marzo del 2007.

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"Convocaré a la consulta popular para que el soberano, el pueblo  ecuatoriano, ordene o niegue esa Asamblea Nacional Constituyente de plenos  poderes que busque superar el bloqueo político y social en el que el país se encuentra sumergido", señaló Correa en su discurso de posesión ante el Congreso, esta mañana.

"No negociaré con nadie la dignidad de la patria, la patria ya no está en venta", indicó.

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En el mismo discurso anunció que renegociará la deuda externa y que impulsará un modelo económico de corte socialista.

"Iremos a una renegociación soberana y firme de la deuda externa  ecuatoriana y, sobre todo, de las inadmisibles condiciones que nos impusieron  en el canje del año 2000", afirmó el mandatario en su discurso pronunciado  durante la toma de mando ante el Congreso.

Correa, afirmando que el nefasto ciclo neoliberal terminó en Ecuador, demandó en su discurso de posesión igualmente a los organismos multilaterales que sean solidarios con la situación social que enfrenta el país y aprueben una renegociación de sus créditos.

El líder nacionalista no mencionó la posibilidad de declarar una moratoria unilateral dentro del proceso de renegociación, pero advirtió que la comunidad internacional debería constituir un tribunal para determinar la legalidad de determinados segmentos de deuda y aprobar la suspensión de sus pagos.

En noviembre la deuda externa pública de Ecuador alcanzó los 10.328,3  millones de dólares, equivalentes a 25,3% del Producto Interno Bruto (PIB),  según el Banco Central.

Enfatizó la importancia de tener una legislación laboral que recupere la centralización del sector laboral y “evite el abuso de competir, deteriorando las relaciones laborales”.

Resaltó la necesidad de buscar una nueva concepción de desarrollo que no refleje los intereses de grupos dominantes, pues el país de “integra desde hoy, y de manera decisiva, a la gran construcción ciudadana”.

Correa aseguró que no vivirá en Carondelet y que entró sin nada a la Presidencia y “saldré sin nada”.

Durante su intervención, se le hizo entrega de una réplica del espada del Libertador, Simón Bolívar, un obsequio del presidente venezolano, Hugo Chávez; gesto que fue agradecido por Correa, quien indicó que la espada será entregada al museo como un obsequio al Presidente de la República, no a Rafael Correa.

El Jefe de Estado hizo alusión al espada del general Eloy Alfaro, conocido como “El viejo Luchador”, ex presidente de la República, con la cual se gobernará al Ecuador.

Finalizó su intervención, agradeciendo en quichua a los ecuatorianos que lo llevaron a la Presidencia.