Científicos británicos descubrieron que las hembras del dragón de Komodo, los lagartos más grandes del mundo, pueden reproducirse sin ser fecundadas por un macho.

Los expertos detectaron el proceso de reproducción asexual o partenogénesis en el que las hembras se autofecundan y producen “clones” de ellas mismas, como último recurso que permitiría a una hembra no fecundada, en peligro de extinción, fundar una colonia que luego reanude la reproducción sexual. Se calcula que quedan en el mundo menos de 4.000 dragones de Komodo (Varanus komodoensis), en su mayoría en las islas indonesias de Komodo, Flores y Rinca.