Siete estudiantes se especializan en la carrera Órtesis y Prótesis en la Escuela de Tecnología Médica.

Una de las experiencias más recordadas por María Rosa Franco, en su etapa como estudiante de la carrera de Órtesis y Prótesis de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad de Guayaquil, es haber visto a una paciente caminar por primera vez con una prótesis hecha por ella y sus seis compañeros de clase.

Publicidad

Esta y otras anécdotas incentivan al grupo de universitarios a trabajar por la rehabilitación y reinserción de las personas con discapacidad a la sociedad a través del uso de aparatos ortopédicos que faciliten su función motriz.

La tutoría, a cargo de Wilson Torres y José Benalcázar, se desarrolla en el laboratorio de prótesis todos los días durante tres horas. Esta práctica es indispensable para que los estudiantes adquieran su título de profesionales.

Publicidad

Benalcázar señala que el proceso de selección de los pacientes está a cargo del Centro de Rehabilitación de la Escuela de Tecnología Médica, que se maneja con autogestión. Actualmente existe un convenio con el Innfa a través del cual este organismo se encarga del pago del 50% del costo total del aparato y el paciente del saldo.

Torres, quien ha graduado a 130 profesionales en tres promociones, ha logrado que sus alumnos adquieran un compromiso social con las personas de escasos recursos.

Por ello, en muchas ocasiones son los alumnos los que deben hacerse cargo de los gastos de los pacientes que no tienen la capacidad de pagar sus prótesis.

Roberto Peralta, integrante del grupo, explica que en las prácticas cada alumno se hace responsable de un paciente y la compra de los materiales para el aparato ortopédico que requiera el caso. Esto les significa un gasto que va desde 100 a 250 dólares.

Francisco Macías, uno de sus compañeros, recuerda con decepción la primera experiencia amarga que vivió cuando un paciente se fue sin cancelar una prótesis bajo rodilla de 100 dólares. “No es porque se haya ido sin pagar sino porque nos mintió, nunca dijo que no podía pagarla, ni siquiera la utilizaba. Lo más triste fue todo el trabajo y la dedicación en hacer esa prótesis”, relata.

Su compañero, Eddi Burgos, quien permanece en una silla de ruedas desde hace 17 años como resultado del virus Guillaín Barré, que ataca las vainas de mielinas en la columna, trabaja también por esta población sensible, tanto en clase como en su taller de elaboración de prótesis y línea ortopédica.

A su local, ubicado en la 36 entre Francisco Segura y Sedalana, llegan cerca de 20 pacientes al mes, referidos por distintos traumatólogos.

Para Torres, uno de los objetivos de su cátedra se cumple cuando los pacientes pueden mejorar su estilo de vida. “La más agradable experiencia es ver a pacientes que vienen con dificultades y luego con su prótesis salen erguidos a enfrentar la realidad y a buscar trabajo”, manifiesta.

Este sentimiento lo comparten sus alumnos, que hasta el momento han confeccionado más de 25 aparatos en su vida estudiantil. La última fue para Gladys Montiel, de 30 años, quien nació sin sus extremidades inferiores y su brazo derecho.

Hoy, con ayuda del centro de terapia física, Montiel aprende por primera vez a caminar para comenzar una nueva vida.

CARRERA

PACIENTES
Según los estudiantes de la carrera de Órtesis y Prótesis, cerca del 90% de los pacientes que llegan presentan amputaciones por diabetes.

PROMOCIONES
La carrera cuenta con dos promociones. En el 2007 se graduará la tercera en esta especialidad.

TECNOLOGÍA MÉDICA
La Escuela de Tecnología Médica de la Universidad de Guayaquil cuenta con especialidades como: Terapia Física, Pedagogía Terapéutica, Laboratorio Clínico, Dietética y Nutrición, entre otras.