Canciller Francisco Carrión sugiere al futuro régimen trabajar en conjunto para manejar una sola estrategia frente al gobierno colombiano.

El canciller del Ecuador, Francisco Carrión, dijo ayer que confía en que el gobierno de Rafael Correa mantenga la postura firme que, según él, ha tenido el régimen de Alfredo Palacio respecto de la reanudación de las fumigaciones en la frontera común Ecuador-Colombia, ejecutada por el gobierno del país vecino.

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“Creo que en estos temas que son política de Estado, debemos actuar de manera conjunta...”, expresó Carrión, dos días antes de que Correa visite Colombia, adonde tiene previsto viajar mañana.

El diplomático se reunirá hoy con su sucesora, María Fernanda Espinosa, para intercambiar criterios y no se descarta que sugiera suspender la visita.

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Pese a ello, indicó que “he escuchado de personas responsables del gobierno entrante de que existe coherencia en la posición respecto de las aspersiones”.

El Canciller mantuvo ayer su primera cita oficial con el embajador de Ecuador en Colombia, Alejandro Suárez, quien el viernes anterior fue llamado en consultas como una medida de protesta a la reanudación de las fumigaciones.

Esa actividad fue suspendida por el gobierno colombiano desde el 7 de diciembre del 2005, cuando su entonces canciller, Carolina Barco, oficializó esa decisión en un comunicado conjunto que suscribió con Carrión en Quito.

La reunión de ayer se realizó a puerta cerrada y duró más de dos horas.
Sirvió, según el funcionario, para obtener “información adicional” respecto de la relación bilateral.

El retiro formal del embajador, dijo Carrión, está muy lejos de una ruptura de relaciones diplomáticas. “El diálogo no está muerto pero hay un deterioro visible”, anotó.

Desde que el régimen de Palacio asumió el poder en abril del 2005, la Cancillería ha llamado en consultas a sus embajadores en Bogotá por dos ocasiones, así como ha extendido no menos de ocho notas de protesta. 

Antes de Suárez, su predecesor, Ramiro Silva del Pozo, llegó a Quito luego de las incursiones de aeronaves militares de ese país cerca de San Lorenzo (Esmeraldas), que provocaron el desplazamiento de cientos de campesinos colombianos a esa ciudad. 

Carrión pidió “comprensión” al gobierno colombiano, “para que el efecto de la fumigación no haga daño a nuestros pobladores y su medio ambiente”, acotó.