La diputada socialista chilena Isabel Allende, hija del difunto presidente Salvador Allende, pidió este lunes en Madrid que continúen los procesos contra los crímenes de la dictadura chilena, a pesar de la muerte de Augusto Pinochet, "el general que traicionó su juramento".
La muerte de Pinochet, "el general que traicionó su juramento, que traicionó al presidente Salvador Allende" y que siempre mostró "su incapacidad de arrepentimiento, de conmoverse, de pedir perdón", "ciera un ciclo personal", dijo Isabel Allende en conferencia de prensa.
Pero "no cambia Chile" y mucho queda por hacer para reparar los crímenes de la dictadura, consideró Allende en la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), donde había mantenido poco antes una entrevista con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
"Los procesos deben continuar", añadió la diputada chilena, subrayando que unas 400 causas se encontraban abiertas en Chile para juzgar los crímenes de la dictadura.
La hija del presidente Allende, derrocado en un golpe militar del general Pinochet el 11 de septiembre de 1973, lamentó que jamás haya sido pronunciada ninguna condena contra el dictador, muerto el domingo a los 91 años, y que nunca haya sido enviado a prisión.
La muerte de Pinochet, el día de la celebración internacional de los derechos humanos, muestra que "el destino a veces tiene sus jugadas" y esta vez fue contra alguien que siempre pretendió que "los derechos humanos eran un invento marxista", dijo irónicamente Isabel Allende.