El piloto alemán, siete veces campeón mundial de Fórmula Uno, quien puso punto final a su carrera al terminar la temporada, recibió la medalla de oro de la FIA por su contribución al automovilismo.
“El automovilismo me ha dado muchísima alegría y felicidad”, dijo Schumi. “He amado mucho este deporte. Lo hice lo mejor que pude y, por suerte, estuve siempre rodeado de un montón de gente estupenda que me ayudó a conseguir lo que juntos hemos logrado”, explicó el alemán.
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A sus 37 años, Schumacher se retiró luego de 16 temporadas consecutivas pilotando, con 7 títulos mundiales, 91 victorias y casi todos los récords de la disciplina reina del motor en el bolsillo.
“Su trayectoria no tenía equivalente y probablemente nunca sea igualada”, comentó el presidente de la FIA, Max Mosley, al hacerle entrega de su galardón. “Todos los deportes necesitan una superestrella y Michael es la del nuestro”, añadió, por su parte, el máximo responsable de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone.
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Alonso se despidió
Alonso, de 25 años, fue oficialmente proclamado campeón del mundo por segundo año consecutivo, antes de dejar la escudería Renault por la McLaren-Mercedes.
“Esta noche participo a mi último evento oficial con Renault y es una ocasión perfecta para poner fin a una relación fantástica, siendo campeones del mundo tanto de pilotos como de constructores”, comentó el asturiano. “Estoy muy satisfecho de mi carrera en Renault y ahora afronto un nuevo reto”, agregó.
Por su parte, el francés Sébastien Loeb se convirtió en campeón mundial de WRC por tercera vez consecutiva. “Ganar el título siempre es un gran momento para mí, para mi copiloto y para todo el equipo”, aseguró Loeb, quien no corrió las últimas cuatro pruebas debido a una lesión.