Los pueblos indígenas sudamericanos propusieron este viernes en la ciudad boliviana de Cochabamba una comunidad sudamericana de naciones para "vivir bien" y "sin neoliberalismo", en el marco de la Cumbre Social de los Pueblos, que concluye este viernes.
"Desde las raíces profundas de Abya Yala, hoy llamada Sudamérica", representantes de grupos indígenas de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú, propusieron a los presidentes reunidos en la II Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) la creación de "otra Sudamérica, no neoliberal, que sea efectivamente posible".
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El Instituto Americano de Cochabamba, envuelto por la armonía de las flautas y teñido por el multicolor atuendo de los indígenas, acogió con calor la propuesta, en el marco de esta cumbre alternativa cuyo ambiente estuvo marcado por las reivindicaciones más variadas: género y diversidad sexual, respaldo a los movimientos cooperativos, vigencia plena de los derechos humanos y utilización de energías alternativas.
Los indígenas exigieron en el documento que dirigirán a la Cumbre presidencial "una CSN que no esté subordinada a los Tratados de Libre Colonización (TLC) que son nuevas cadenas para la subordinación al capital trasnacional de nuestros frágiles estados, recursos biogenéticos, mercados y culturas".
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El documento califica como "insultante e inaceptable" que los gobiernos se sometan a la "imposición" de Washington para obstaculizar una Declaración de la ONU sobre derechos indígenas y les proponen que reimpulsen "el texto que ya fue aprobado en abril de 2006 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU".
El documento de los indígenas sudamericanos exige también espacio de participación en futuras cumbres de la CSN, "no soo como beneficiarios y opinadores sino como actores y en las decisiones".
"La CSN puede y debe incluir a nuestras organizaciones y líderes, que nosotros sabremos cómo seleccionar, en sus niveles de decisión", expresa el texto.
Los pueblos indígenas exigieron asimismo una "integración sin militarización", alegando que "la integración entre pueblos y entre estados no puede verse alterada por la presencia de bases militares en territorios indígenas" y que se cumplan "los compromisos internacionales como el de los trabajadores emigrantes y sobre tráfico de seres humanos".
Para una de las organizadoras de la cumbre alternativa, Magalí Urquidi, "el encuentro ha sido todo un éxito, mucho más de lo que esperábamos incluso los más optimistas", según manifestó este viernes a la AFP.