El cultivo de amapola para la elaboración de opio se disparó el 61% en Afganistán este año, lo que supone un revés para los esfuerzos de Estados Unidos y de la OTAN para tomar medidas drásticas contra la industria ilegal de drogas, según nuevas cifras divulgadas por la Casa Blanca.
Esta cosecha récord es considerada otro logro del resurgente movimiento Taliban, la guerrilla islámica a menudo acusada por Estados Unidos de usar lo recaudado con la venta de la droga para comprar armas y captar nuevos adeptos.
La estimación anual del gobierno estadounidense indica que en Afganistán se cultivaron este año unas 172.600 hectáreas de amapola para droga, lo cual supone un aumento de 61% con respecto a 2005, según informó el viernes la Oficina Nacional de Política de Control de Drogas de la Casa Blanca.