El envenenamiento del fugitivo ex espía ruso Alexander Litvinenko en Londres es un ejemplo de asesinato cuidadosamente planificado y llevado a cabo, estiman expertos rusos, mientras surgen nuevas y terroríficas teorías acerca de quién ordenó su muerte.
Además, los agentes que investigan la muerte de Alexander Litvinenko han hallado restos de radiactividad en varios lugares, que se suman al domicilio del ex espía y el restaurante donde fue supuestamente envenenado. Así lo anunció ayer en el Parlamento el ministro del Interior, John Reid, quien sin embargo afirmó que no existen motivos para que haya una alarma pública.
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“Quien ha imaginado el envenenamiento que acabó con la vida de Litvinenko no es solo un profesional, es además un artista”, asegura el biólogo y periodista Pavel Lobkov en la versión rusa del semanario estadounidense Newsweek.
Especialistas destacan tanto la elección del asesino de emplear polonio 210, una sustancia radiactiva poco frecuente, como la dosis administrada, que provoca una muerte lenta pero segura.
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Según Lobkov, este crimen no buscaba simplemente matar al ex espía ruso crítico con el Kremlin, sino también hacer pasar un mensaje.
“El envenenador ha demostrado que era intocable y que todos los médicos del planeta nada podían hacer. La idea era la siguiente: ‘Esto es lo que podemos hacer, usted muere lentamente y sufriendo, y nosotros lo vemos por la tele’”, apunta.
Los especialistas divergen en cuanto a quién ordenó la operación. El diario progubernamental Izvestia considera que el crimen ha beneficiado a los opositores del presidente ruso y que “alguien quería prolongar el martirio de una víctima de (Vladimir) Putin”.
Este rotativo cuestiona la autoría de la carta escrita en inglés, en la que Litvinenko acusa en su lecho de muerte a Putin de estar tras su asesinato, y cita a especialistas que señalan que la misiva no refleja la personalidad de alguien que se expresa en ruso y por lo tanto habría sido escrita por un británico.
Además, tres personas están siendo sometidas a pruebas de radiactividad luego que el ex espía ruso falleciera envenenado por la extraña sustancia radiactiva, informaron ayer autoridades londinenses.
RADIACTIVIDAD
RASTROS
Autoridades en Londres hallaron rastros de polonio-210, una sustancia radiactiva, en un hotel, dos restaurantes y en la casa de Alexander Litvinenko, ex espía crítico del presidente ruso Vladimir Putin.
CIENTOS ATEMORIZADOS
Cientos de personas que estuvieron en el restaurante y hotel donde estuvo el ex espía y se detectó la sustancia radiactiva que lo mató llamaron atemorizadas, pero solo 18 personas fueron llevadas a la Agencia de Salud.
CÓMO INGRESÓ
Opositores al régimen le exigen que diga cómo ingresó a Inglaterra el polonio 210.