Nos pusimos pantalonetas y zapatos de caucho... Y saltamos a su cancha, a jugar con sus reglas. Así se refiere el director de la campaña de Alianza PAÍS, Vinicio Alvarado, a la estrategia política y comunicacional que desplegó el presidente de la República electo, Rafael Correa, durante la segunda vuelta electoral.

Una estrategia que le dio la victoria con un margen de entre 12 y 16 puntos de su contendor Álvaro Noboa (Prian), según los exit polls (encuestas a boca de urna) que divulgaron ayer los canales de televisión.

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La diferencia es una de las mayores que se ha registrado en los comicios de segunda vuelta en los últimos diez años. En 1998, Jamil Mahuad (DP) superó a Noboa con apenas dos puntos; mientras que el 2002, Lucio Gutiérrez (Sociedad Patriótica) superó al empresario con nueve.

Alvarado explica que en la segunda vuelta se enfrentaron a un escenario inesperado. El propio Correa había dicho que  pensaba disputar la final con el candidato de la alianza RED-ID, León Roldós.

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“En la primera vuelta tuvimos tres aciertos: marcar una posición política (“yo represento a la ciudadanía, no a la partidocracia”); tener un mensaje frontal (no a la Oxy, no al TLC, no a la Base de Manta); y los códigos que se usaron para reforzarlos. Como pasamos con un candidato demagogo, que hacía regalos, debimos modificar el discurso”, dice.

Entonces, explica el estratega, decidieron bajar el perfil a su propuesta política, basada en la convocatoria a una consulta popular para instalar una Asamblea Nacional Constituyente, y enfatizar las ofertas en el área social para hacer contrapeso a la oferta de Noboa de construir 300 mil viviendas por cada año de gestión.

El programa que presentaron se llamó Socio PAÍS; este tiene tres componentes: Dale Desarrollo, Dale Trabajo y Dale Vivienda.

El primero plantea el aumento del bono de desarrollo humano de $ 15 a $ 30; el segundo, la entrega de créditos de hasta $ 5.000 al 5% de interés para los microempresarios y agricultores; y, el tercero, el aumento del bono de la vivienda de $ 1.800 a $ 3.600.

“Presentamos una oferta coherente y seria. Pero nunca dejamos lo político”, dice; de ahí que, en lo comunicacional, hayan reemplazado el personaje del león (en alusión al líder socialcristiano León Febres-Cordero) por el de boa (en alusión al candidato del Prian) para indicar que “la partidocracia había tomado la posta”.

El ex ministro de Gobierno Vladimiro Álvarez identifica dos hechos que favorecieron a la candidatura de Correa.

Primero: su cambio de discurso. “Se dio cuenta de que su discurso abstracto sobre la reforma de la estructura política nacional no le dieron el respaldo que buscaba y, por tanto, en la segunda vuelta copió las promesas concretas de solución a necesidades populares inmediatas que hizo el candidato opositor”, dice.

Segundo: que Noboa se haya rodeado de figuras de los partidos políticos tradicionales, como los roldosistas Jimmy Jairala y Gabriela Pazmiño, y el socialcristiano Pascual del Cioppo, que “no le despiertan simpatía a mucha gente”.

José Eljuri, vocero de la encuestadora Market, habla del impacto de otros tres episodios: la intervención del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, criticando a Noboa por sus prácticas empresariales; las declaraciones de Sylka Sánchez, mano derecha del prianista, respecto a la intención de reestructurar a la Corte Suprema de Justicia (CSJ); y el hallazgo de formularios para el programa de vivienda en un basurero de Manta.

“Las críticas de Chávez solo consiguieron reafirmar las opiniones de los detractores de Correa”, expresa.

Las declaraciones de Sánchez sobre la Corte le quitaron votación a Noboa principalmente en la Sierra, de donde surgieron los grupos de ‘forajidos’ que cesaron a Gutiérrez, precisamente, por intervenir en la Función Judicial.

Finalmente, según Eljuri, el candidato del Prian tuvo poco tiempo para contrarrestar la denuncia de Manabí.

El investigador señala, asimismo, que el discurso “benefactor, asistencialista” de Noboa sufrió muchos desgaste.

El “karma” de Correa era el fantasma de la inestabilidad que pesaba sobre su candidatura debido a la campaña propagandística en la que se dijo, entre otras cosas, que eliminaría la dolarización.

Luego se mostró más cauto y logró disipar esos miedos. “Noboa, en cambio, no pudo reconocer las necesidades de quienes no votaron por él”, opina el rector de la Universidad Católica de Guayaquil, Michelle Doumet.

Para el rector de la Universidad Politécnica del Litoral, Moisés Tacle, los medios de comunicación social también jugaron un papel importante en la definición del voto.

Unos se mostraron abiertamente a favor y en contra de los finalistas. “No ha sido común que se tome partido en otros procesos electorales”, expresó el académico.