La Fiscalía de Pichincha encontró suficientes elementos para acusar a los ocho policías involucrados en el intento de fuga del narcotraficante Óscar Rubén Caranqui Villegas, producido el domingo pasado.
Así, el fiscal Mario Lastra, de la Unidad de Misceláneos, abrió instrucción fiscal en contra de los subtenientes Orlando Marcillo Acosta, Christian Pantoja Unda, Wilmer Andrade Molina, Sixto Haro Asimbaña, los policías Jeferson Herrera Durán, Álex Cevallos Galarza, Jorge Caguasquí Coral y el cabo Washington Mafla Jaramillo, por delito de tentativa de evasión.
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Según el fiscal Lastra, este delito está tipificado en la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, que en uno de sus artículos indica que si funcionarios facilitan la fuga de un detenido por narcotráfico, la pena sería de ocho a doce años de reclusión mayor y de una multa de 40 a 6.000 salarios mínimos vitales.
Por estar el delito enmarcado en la esfera del narcotráfico, el fiscal, tras abrir la instrucción, se inhibió de continuar conociendo el caso y pasó todo el expediente a la Unidad Antinarcóticos de la Fiscalía.
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Este ente será el encargado de aclarar cómo Caranqui persuadió a los policías para que lo dejaran salir y si esto ocurrió solamente una vez o más. Según las versiones recogidas por la Fiscalía, el reo dijo haber salido por lo menos otras siete veces, antes de ser descubierto; siempre a través del mismo modo.
Para divertirse
Para Caranqui, su intención no era fugarse, sino divertirse un momento en la noche quiteña. Él involucró al coronel Leonardo Brito Merino, que participó en su aprehensión, como el oficial que ordenaba estas salidas clandestinas.
Dentro de las propias filas, varios policías comentaron, sin identificarse, que era sabido que un reo poderoso salía de vez en cuando con escolta policial a divertirse.
Incluso se decía que uniformados y detenidos libaban en el Pabellón A, de alta seguridad, y cuya vigilancia está a cargo de la Policía.
El día de la fuga, el subteniente Andrade salió primero y lo siguió Caranqui, vestido con un traje de camuflaje, con un gorro y con la insignia de Andrade en el pecho.
Sin embargo, por la rápida intervención de uno de los guías de la cárcel, se descubrió el ilícito.
En ese momento Andrade huyó y luego de dar la voz de alerta, hubo una persecución dentro de los predios carcelarios.
Luego, cuando llegaron agentes policiales junto con la fiscal de turno, Ruth Palacios, el escándalo sobre la fuga ya era público.
Hoy los consejos superiores de Oficiales y de Clases y Policías resolverán si dan o no de baja a los involucrados.
FUGA
OFERTA
Fuentes que prefirieron no identificarse dijeron que Caranqui ofreció 100.000 dólares para que no lo delataran y ofreció volver sin más problema a su celda.
INOCENTE
El coronel Leonardo Brito insiste en que el narcotraficante Caranqui lo quiere involucrar con el fin de dañar su imagen porque lo envió a la cárcel. Según Brito, está dedicado a la dirección del hospital de
la Policía.