El Parlamento Europeo dio su apoyo por escasa mayoría este miércoles en Estrasburgo al proceso de paz en el País Vasco impulsado por el gobierno español, adoptando una resolución de los socialistas y otros tres grupos en detrimento de un texto opuesto de los conservadores.
  
La propuesta del Partido Socialista Europeo (PSE, izquierda), los Verdes, los liberales y los comunistas a favor del diálogo abierto por el presidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió 321 votos a favor, 311 en contra y 24 abstenciones.
  
En cambio, el texto presentado por el Partido Popular Europeo (PPE,  consevador), que considerada "insuficientes" las concesiones de ETA para lanzar ese diálogo fue rechazado, al obtener 322 votos en contra, 302 a favor y 31 abstenciones.
  
El proyecto de resolución a favor del proceso de paz en España presentado por los socialistas y sus tres aliados retoma en gran parte el apoyo ya formulado por la Unión Europea y el presidente del Parlamento Europeo, tras el alto el fuego declarado por la organización separatista armada vasca en marzo pasado.
  
La propuesta incluía también una referencia a una resolución de mayo de 2005 del Congreso de los Diputados español, que había sido aprobada con el voto en contra del PP, pero que fue retirada a último momento para intentar buscar, en vano, un mayor consenso en el recinto, donde estaban presentes 655 de los 730 eurodiputados.
  
En lugar de esa cita, sexto punto de la resolución, el texto señala  finalmente su "apoyo a la lucha contra el terrorismo, así como a las  iniciativas de paz impulsadas en el País Vasco por las instituciones  democráticas españolas en el marco de sus comptencias exclusivas".
  
En el debate previo a la votación, la presidencia finlandesa de la UE, la Comisión Europea y la mayoría de los grupos parlamentarios del bloque apoyaron  con distinto énfasis el proceso de paz, al que el gobierno español buscaba dar una mayor legitimidad a partir de la implicación de sus socios europeos.
  
La votación del pleno, efectuada unas tres horas después del debate, se llevó a cabo en un clima de mucha tensión, e incluso se vio retrasada durante casi treinta minutos a raíz de una polémica por el sistema de sufragio y cuestiones de procedimiento.
  
Los problemas surgieron tras una primera votación negativa de la propuesta del PPE, que había recibido 320 votos en contra, 276 a favor y 32 abstenciones. Algunos eurodiputados dijeron haberse confundido en el momento de sufragar a raíz de la introducción de una enmienda.
  
Tras varios minutos de fuertes discusiones entre el presidente de la  Eurocámara, el español Josep Borrell, y varios parlamentarios, algunos de los cuales incluso lo acusaron de "conflictos de intereses" por su pertenencia al  PSE, se decidió reiterar la votación del texto de los conservadores.
  
De su lado, Batasuna, el ilegalizado brazo político de la organización  independentista armada vasca, había calificado de "insuficiente" el proyecto de resolución impulsado los socialistas, aunque reconoció la importancia de que la UE "se implique en un conflicto que es europeo".
  
Esta no es a la primera ve que el Europarlamento se implica en un proceso de paz, ya que en la década del 90 había apoyado el diálogo entre los gobiernos británico e irlándes y las fuerzas políticas norilandesas en el Ulster (Irlanda del Norte).