El hecho se registró a las 08h45 en las instalaciones de la Universidad Militar Nueva Granada, en el norte de Bogotá, donde funciona la XIII Brigada del Ejército.

El suceso ocurrió en un parqueadero junto a vehículos del alto mando militar y del jefe de las FF.AA. de Colombia, Mario Montoya, y otros funcionarios, quienes estaban a pocos metros en un auditorio. La detonación se oyó en un amplio sector de Bogotá.

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El vicepresidente Rafael Santos sostuvo que no le cabe duda que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están detrás de esto, aunque afirmó que se deben esperar los resultados de la investigación.

Los directivos de la universidad rechazaron el atentado y ordenaron suspender las labores académicas hasta el próximo lunes.

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El presidente Álvaro Uribe convocó a un consejo extraordinario de seguridad en la Casa de Nariño, donde fueron adoptadas nuevas medidas de control y se autorizó el pago de una recompensa de mil millones de pesos (425.000 dólares) a quien dé información que permita dar con los responsables del ataque terrorista.

El atentado se produjo cuando el representante para Colombia de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas visitaba las instalaciones de la Universidad invitado por el decano de la facultad de derecho, Jean Carlos Mejía.

Mejía atribuyó el atentado a miembros del PC3, que es el Partido Clandestino Comunista de las FARC, y del Movimiento Bolivariano por una Nueva Colombia, “que tienen un objetivo muy claro de infiltrar las universidades o intimidarlas y eso es lo que pretenden hacer con estos actos, no solo en universidades públicas sino privadas”.

La explosión se produjo en el parqueadero de la Escuela Superior de Guerra, ubicado en la calle 100 con carrera 9, y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, descartó que dos personas hubieran muerto en este suceso, que lo calificó como “terrorismo”.

En el momento del atentado se celebraba un acto académico sobre derechos humanos al que estaban invitadas funcionarios del Estado, de organismos internacionales y la cúpula militar, incluyendo al comandante del Ejército, Mario Montoya.

Las autoridades confirmaron que el vehículo utilizado para este atentado fue una camioneta marca Ford Explorer, cuyo nombre del dueño no ha sido dado a conocer, como tampoco si era robada o tenía identificación falsa.

60 KILOS DE EXPLOSIVOS
fue la carga que estalló ayer en la Ford Explorer dentro de la universidad militar. Se sospecha que quien la condujo fue un hombre con traje de oficial de la Armada, grabado por una cámara de seguridad. La explosión se oyó en un amplio sector de Bogotá.