La agencia de Defensa Civil del estado tenía informes sin confirmar sobre lesiones, pero los problemas de comunicación impedían contar con informaciones más definitivas.

La gobernadora Linda Lingle declaró el estado de desastre en toda la isla de Hawai, conocida como Isla Grande, señalando que se registraron daños en caminos y edificios.

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El terremoto ocurrió a las 07h07 a 16 km al norte-noroeste de Kailua Kona, un poblado en la costa occidental de la Isla Grande, dijo Don Blakeman, del Centro Nacional de Información sobre Terremotos, parte del Servicio Geológico Nacional.

Blakeman añadió que no hay riesgo de un tsunami, pero sí se registró un incremento en el oleaje en la zona de Hawai.

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El Centro de Tsunamis del Pacífico le dio al terremoto una magnitud preliminar de 6,5, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos le asignó una de 6,6. El terremoto fue seguido por una serie de secuelas, entre ellas una de magnitud 5,8, dijo el Servicio Geológico.

“Estábamos remeciéndonos. Me asusté mucho. Nos movíamos hacia adelante y hacia atrás, como si King Kong sacudiera la casa”, expresó Anne LaVasseur, quien se encontraba en el segundo piso de una casa de madera de dos plantas en el lado este de la Isla Grande cuando ocurrió el sismo.

Betsy Garties, quien vive en Kohala del Norte, en el extremo norte de la isla de Hawai, manifestó que estaba en cama con uno de sus dos hijos cuando se dio el terremoto. Primero se refugió bajo el marco de una puerta, como recomiendan los expertos, pero encontró que este se sacudía demasiado, por lo cual corrió al patio.

Temblaba tan fuerte que se sacudía, por lo que casi se perdía el equilibrio al correr al patio, relató.

El terremoto causó apagones generalizados y dificultades en las comunicaciones telefónicas. Para al mediodía, se recuperó el suministro eléctrico en Hilo, localidad en la Isla Grande, y empezaba a lograrse ello también en Maui, refirió Chuck Anthony, vocero de la Guardia Nacional de Hawai.

Las autoridades dijeron no tener datos definitivos sobre el número de personas sin electricidad.

DAÑOS

VÍCTIMAS
Autoridades dijeron que no tenían informes de muertos. Grandes rocas cayeron en carreteras, muros de piedra se derribaron y varios televisores se cayeron de sus muebles.

TURISMO
En Waikikí, uno de los principales destinos turísticos del estado, los visitantes hicieron filas ante las tiendas para adquirir alimentos, agua y otras provisiones. Se les permitió el ingreso a los establecimientos a oscuras uno por uno.