La Virgen, sí; la urna, no. Así de tajante se mostró Emilio Regulez Duarte, párroco de la madrileña iglesia de San Lorenzo, cuando el lunes anterior los miembros de la Asociación Virgen de El Cisne intentaron instalarla en el santuario, que desde el 11 de septiembre del 2005 había sido morada de La Churona, como se la conoce.

La polémica se presentó un día después de que la imagen fuera aclamada en una multitudinaria procesión en la Plaza Mayor de Madrid, el domingo pasado.

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El templo, ubicado en el barrio Lavapiés, cerró las puertas a la efigie y La Generala, otra de sus denominaciones, descansa desde entonces en el bar restaurante San Valentín, propiedad de Carmen Ballagán, presidenta de la organización.

Ella expresa que la reacción del sacerdote es por razones económicas. Desde que la imagen llegó a la iglesia, responsables de la congregación mostraron interés por gestionar los donativos de devotos.

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En España, lo habitual es que cada parroquia se encargue de determinar el destino del dinero que sale de los bolsillos de los fieles.

“Los ecuatorianos son los que más aportan y todo el dinero se queda en la Iglesia”, sostiene Hernán López, cón yuge de Ballagán. “Por ejemplo, el padre no ha querido darnos nada de lo recolectado para los damnificados del Tungurahua”, añade.

La urna, en cambio, dispone de una alcancía y la llave estaría en manos de la asociación, “así pudiéramos dedicar ese dinero a ayudar a los ecuatorianos”, cuenta.

En conversación telefónica con EL UNIVERSO, Regulez rechaza las acusaciones. El sacerdote sostiene que “siempre estará disponible un espacio en el retablo de la iglesia para la Virgen de El Cisne, una estampita suya o un cuadro de ella”. La hornacina (el espacio donde va), insiste, “no cabe”.

El matrimonio López-Ballagán, agrega, “pretende que la coloque en el altar mayor”. “¿Cómo voy a retirar a San Lorenzo que ha permanecido ahí desde 1643? se pregunta en voz alta.

Fuentes del arzobispado aseguran que en ningún momento “se rechazó la imagen; el problema es que no hay espacio físico para la urna”. “La imagen de la Virgen fue donada al templo, donde se celebró un acto de entronización y, por tanto, pertenece a la parroquia”, advierten.

Los inmigrantes esperan reunirse con el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, para hallar una solución al conflicto.

En tanto, en el bar restaurante no se atiende al público. Nadie pide una cerveza. Solo silencio para rezar. Y, llorar, como la lojana Olga Pardo, quien, ayer, elevaba peticiones a la Virgen para reagrupar al tercero de sus hijos.

Semanas atrás, Regulez recordaba para EL UNIVERSO esos días en que comenzó el goteo de ecuatorianos a la parroquia: “Siempre se sentaban al final de la iglesia, hasta que fueron mezclándose entre los feligreses de siempre”.

No faltaron las protestas en boca de la población autóctona. “Ahora tengo que venir antes, porque ya no hay sitio”, decían unos. “Nos invaden”, exclamaban otros. “Hoy nadie protesta por su puesto”, subrayó el párroco, que llegó a la iglesia 15 años atrás, procedente de Valdemoro, una población cercana a Madrid.

DE LA IMAGEN

HOMENAJE
La Asociación Virgen de El Cisne y la Universidad Técnica Particular de Loja organizaron en Madrid un concierto el pasado sábado en honor a La Churona. El domingo, alrededor de cuatro mil ecuatorianos asistieron a un homenaje.

URNA IMPORTADA
La urna se importó desde Riobamba y costó unos 5.000 euros ($ 6.350). La Caixa (entidad financiera) auspició para la procesión en la Plaza Mayor y ofreció ayudar con 5.000 euros, que no se han hecho efectivos, según la Asociación.

AMPLIA COBERTURA
Los principales diarios españoles ABC, El País y El Mundo dedicaron un amplio espacio a la polémica desatada por la imagen de la Virgen. A lo largo de  ayer una romería de canales de televisión asistió al restaurante.

POSICIONES
Los vecinos del barrio se pronunciaban a favor y en contra de la postura adoptada por la Iglesia. “Los ecuatorianos están aportando fortaleza religiosa a nuestra sociedad; por ejemplo, el valor de la familia”, subrayó Luis González.

RECHAZO A INMIGRANTES
“Los inmigrantes deben respetar las normas y facilitar la convivencia, no entorpecerla”, advirtió un anciano. Según estimaciones gubernamentales, alrededor de 600.000 inmigrantes  ecuatorianos residen en España.