Esto es para Ripley, pues deben dejar sus vehículos parqueados en la gasolinera que está en la avenida de las Américas, exponiendo esas personas hasta sus vidas, pues pueden ser víctimas de asaltos o atropellamientos ya que en ese sector no existe paso peatonal. Lo prudente sería que, presentando su credencial, se las exonere del pago.
¿Hasta cuándo suceden estas cosas ridículas en nuestro país? ¡Es como si a uno le cobraran por parquear en sus respectivos trabajos!

Otra observación es que el aeropuerto sigue estando en una zona peligrosa. ¡Muy bonito!, construir un aeropuerto que es vecino del anterior y que incluso recién había sido remodelado, ¿acaso está bien segura esa zona? ¡No! Siempre escuché y leí a través de los medios que se lo pondría fuera de la ciudad, en el sector de la vía a la costa, ¿qué pasó?

Ing. Carlos Martinetti González
Guayaquil

Una amiga cubana partió a su tierra después de visitar a su esposo que trabaja en el país, y en el aeropuerto de Guayaquil fue humillada por individuos que haciendo gala de su poder, le abrieron las maletas de mala forma, en el suelo; le destruyeron regalos que llevaba a sus hijos.
Convertidos en “basura” quedaron la ropa, los bombones, las galletas, que hubieran deleitado a gente que carece de muchas cosas.

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Decir autoridad, decir  control de drogas, no quiere decir barbarie. ¡Qué nefasta impresión para una persona que llegó pensando encontrar lo que su país no ofrece! ¿Qué manera más soez de destruir la imagen de Guayaquil! ¿Será posible un bello y moderno aeropuerto, con ciertos funcionarios del orden irrespetuosos? Deberían dejar en su lugar a personas que amen a la ciudad y a sus visitantes.

Martha Jurado Rodríguez
Guayaquil

Mi experiencia en el recién inaugurado aeropuerto de Guayaquil fue al realizar mi regreso a Madrid, mi ciudad.

El edificio es bonito, moderno, limpio; pero algunas de sus indicaciones son confusas por no estar en el idioma español comúnmente hablado. “Salidas” y “Llegadas” son términos mucho más claros que “Partidas” y “Arribos”, adoptados del inglés (Arrivals and Departures) pero inexistentes en castellano; al menos, con esa acepción.

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Lo que me decepcionó enormemente fueron ciertos hechos que hacen que una como ciudadana española, nunca llegue a cobrar confianza en servicios de aeropuertos de ese país donde vive la mitad de mi familia, porque: las filas de espera para llegar al mostrador de facturación del vuelo a Madrid (el  20 de agosto) estaban totalmente colapsadas y llegaban a la puerta de entrada porque no eran anchas, ni se habían abierto más que dos mostradores estando a tres horas del vuelo, que es cuando toda la gente está citada.

Para recubrir o proteger las maletas cobran $ 6, precio que triplica el de ese servicio en Madrid. A pesar del recubrimiento de las maletas, la inspección y apertura de las mismas es efectuada en ciertos casos sin notificación o con notificación tardía, como le pasó a una pasajera que se quejaba en la puerta de embarque, pues sus maletas fueron deshechas y los caros envoltorios hechos trizas.

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En España, el equipaje no llegó en nuestro vuelo; hemos tenido que esperar dos horas por nuestras maletas. Mi hermana tuvo que coger su vuelo a Barcelona, para no perderlo, y sin llevar su equipaje. Al recibir el mío, la cremallera venía ligeramente abierta, si bien el candado seguía puesto. Una vez abierta, comprobé que todo estaba revuelto y habían desaparecido tres accesorios de mi ipod, cuya caja estaba desgarrada, comprados por más de $ 100.

Es una desgracia para el país que no pueda haber mayor control para recibir la confianza de visitas turísticas. Mi esperanza es que puedan reforzar las medidas dentro del aeropuerto, identificar y despedir inmediatamente a los que roben los equipajes.

Elena González
Madrid, España