Warren Steed Jeffs tenía decenas de esposas e hijos y controla a unos diez mil mormones fundamentalistas.

La policía de Nevada arrestó a Warren Steed Jeffs, líder de una secta radical mormona que promueve la poligamia y uno de los hombres más buscados de EE.UU., informó el pasado martes el FBI.

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Jeffs, de 50 años, fue apresado por la policía de carreteras cerca de Las Vegas, durante una detención rutinaria al automóvil en el que viajaba.

Líder de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Jeffs se ha casado con decenas de mujeres, según las autoridades y era buscado en los estados de Utah y Arizona por delitos sexuales, entre ellos, casar a niñas menores de edad con hombres mayores.

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El FBI colocó su nombre en la lista de las diez personas más buscadas en el país en mayo y ofreció una recompensa de 100.000 dólares por pistas que ayudasen a su captura.

Nadie, aparte de los miembros de la secta, había visto a Jeffs en casi dos años. Según la policía, con él viajaban Naomi Jeffs, una de sus esposas, y su hermano Isaac Steve Jeffs, ambos de 32 años, quienes no han sido arrestados.

Como profeta y jefe de la Iglesia Fundamentalista desde el 2002 tras la muerte de su padre, de 98 años, Jeffs tiene un gran control sobre la vida de los aproximadamente diez mil miembros del grupo, administra los bienes y propiedades, y es quien asigna esposas a los hombres, aun durante los dos años que estuvo prófugo.

Su secta, con sedes en las ciudades de Hildale (Utah) y Colorado City (Arizona), ha sido repudiada por la confesión mormona tradicional, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que abandonó la poligamia en 1890, como requisito para que Utah fuera incorporada como pleno estado de la Unión.

Los fundamentalistas consideran que los cambios que la iglesia mormona introdujo como rechazar la poligamia, abandonaban las enseñanzas primigenias del Evangelio.

Para ellos, casarse con varias mujeres es esencial para llegar a lo más alto del cielo o nivel de exaltación.

Dejan el silencio
A través de eslóganes como “Amo a todas mis madres”, los hijos de las familias polígamas mormonas  decidieron acabar con su eterno silencio y ganar la visibilidad que la ley y la sociedad les han vetado durante décadas en EE.UU.

Unos 300 jóvenes fundamentalistas mormones de entre 10 y 20 años salieron el pasado fin de semana a las calles de la capital de este estado, Salt Lake City, para reivindicar su derecho a vivir su fe y tradiciones como deseen.

El rito de contraer matrimonio con varias mujeres es perseguido por las autoridades y es objeto de una gran polémica, pero vive un creciente fenómeno de exposición pública en un país que consagra en su Constitución la libertad de credo (y que en cuanto puede se jacta de hacerlo).

Anne Wilde, vocera de la organización mormona Principle Voices, aseguró que son conscientes de que la poligamia va contra la ley, pero que, por eso intentan que la legislación cambie y no penalice a las familias polígamas.

La asociación cifra en torno a 37.000 el número de fundamentalistas mormones en EE.UU., sobre todo en los estados de Utah y unos 15.000 de ellos podrían formar parte de familias polígamas, que participan en escándalos como el actual de un juicio contra ocho miembros de una comunidad polígama de Utah por presuntos abusos sexuales a menores, que se topó con serias dificultades para hallar testigos.