El líder paramilitar colombiano Carlos Castaño fue torturado y asesinado tras anunciar, borracho, a varios jefes de ultraderecha que se entregaría a los “gringos” y “que todos ellos estaban obligados a seguir su ejemplo sin chistar”, publicó ayer el diario estadounidense Miami Herald.
Castaño desapareció el 16 de abril del 2004.
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El periódico agregó que obtuvo la información de una fuente anónima que está escribiendo un libro y en testimonios obtenidos por la fiscalía, biografías y entrevistas.
Según el Herald la sentencia del líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ocurrió en una fiesta en una finca: “Castaño le dio un puño a la mesa y en términos vulgares expresó a los presentes su desprecio por ellos. Fue entonces cuando los conminó a someterse a las autoridades de Colombia y, lo más grave, advirtió que iría adonde los gringos y contaría todo”, asegura el autor del libro.
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La fuente indica que en una reunión del estado mayor de las AUC el 15 de abril, se concluyó que Castaño debía ser eliminado a través de su hermano Vicente, quien aceptó.
El diario señala que el 16 de abril, 30 hombres de las AUC, al mando de (Ignacio) Roldán, Monoleche, “fue despachado al lugar para matar a Carlos y a cualquier testigo”, precisa.
“Allí fue sometido a torturas atroces. Se dice que le cortaron los dedos de las manos y un brazo para que confesara el lugar donde tenía escondido un manuscrito con anotaciones sobre los vínculos de los líderes de las AUC con el narcotráfico, que podía convertirse prácticamente en una denuncia criminal contra ellos”, detalla la versión.
Monoleche se entregó el pasado jueves a las autoridades y confesó que mató a Castaño.