La princesa Kiko, nuera del Emperador de Japón, fue  hospitalizada este miércoles en Tokio por complicaciones en las últimas semanas  de su embarazo, que ha hecho revivir la esperanza de un heredero varón en el  seno de la dinastía más antigua del planeta.
  
La llegada de la princesa a una clínica privada del exclusivo barrio de  Hiroo fue transmitida en directo por la televisión japonesa, ya que es la  primera vez que una miembro de la familia real nipona dará a luz fuera del  palacio imperial.
 
Kiko, de 39 años y madre de dos hijas, una de 14 y otra de 11 años,  permanecerá en la clínica hasta el nacimiento de su bebé, que según la prensa  nipona será mediante cesárea programada para el 6 de septiembre.
  
Según las primeras informaciones, la princesa tenía previsto dar a luz a  finales de septiembre, pero una grave complicación relacionada con la placenta  -que, al parecer, hace peligrar su vida y la de su bebé- ha provocado su  hospitalización.
  
En caso de que se confirmen las informaciones de prensa, también será la  primera vez que un miembro de la familia imperial nipona nazca por cesárea.
  
El palacio imperial anunció el martes la hospitalización de Kiko, para  "evitar pérdidas sanguíneas" y precisando posteriormente que su estado es  satisfactorio y que el niño se desarrolla en buenas condiciones.
  
A principios de febrero, el anunció del embarazo de la princesa, que es  cuñada del príncipe heredero Naruhito, hizo renacer la esperanza de ver nacer  un heredero varón en el trono del Crisantemo.
  
El príncipe Naruhito y su esposa, la princesa Masako, sólo tienen una  hija.
  
En la familia imperial japonesa no nace un varón desde hace más de 40 años,  hecho que suscita en Japón una fuerte polémica sobre la continuación de la  dinastía más antigua del planeta, que data de hace 2.600 años.
  
En este contexto y ante la dificultad del príncipe heredero y su mujer en  dar hermanos varones a su hija, el primer ministro, Junichiro Koizumi, presentó  un proyecto que preveía la reforma de la Constitución nipona autorizando el  acceso al trono de las mujeres, algo actualmente prohibido.
  
Koizumi, sin embargo, se vio obligado a abandonar su proyecto ante la  fuerte oposición manifestada por los sectores más tradicionalistas del país.
  
Por el momento no se ha dado a conocer el sexo del bebé, que en caso de ser  varón, ocupará el tercer lugar en la línea de sucesión al trono, por detrás de  su tío Naruhito, de 46 años, y su propio padre, el príncipe Akishino, de 40.