Miles de pasajeros atestaron el aeropuerto de Barcelona este sábado y la aeroestación parecía un caos tras una huelga de los empleados de tierra de Iberia que ocuparon las pistas y forzaron la cancelación de cientos de vuelos.
Debido a la medida de fuerza se cancelaron o reasignaron rutas de casi 600 vuelos en uno de los días más concurridos de la temporada de vacaciones.
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Los ministros de industria y desarrollo de España condenaron la huelga de 11 horas de 2.500 empleados de Iberia y dijeron que se emprenderán acciones legales contra los sindicatos que alentaron la medida de fuerza.
Doscientos de los huelguistas de Iberia ocuparon las tres pistas del aeropuerto, impidiendo el despegue y la llegada de aviones.
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Los empleados de Iberia del aeropuerto protestaban porque la aerolínea perdió la concesión de los servicios de asistencia en tierra en el segundo aeropuerto más concurrido de España.
Los sindicatos y las autoridades de Iberia llegaron a un principio de acuerdo el sábado, bajo el que las cuadrillas terrestres de la aerolínea continuarán con los servicios de asistencia en tierra en Barcelona, dijo el líder sindical Manuel García Biel.
Iberia y la autoridad nacional de aeropuerto, la AENA, estudiarán si el personal de tierra de Iberia también puede seguir haciendo esto para las filiales de Air Nostrum y Clickair, una nueva aerolínea de bajo costo en la que Iberia tiene acciones, indicó.
El gobierno fue duramente criticado por permitir que la huelga se extendiera durante tantas horas y por no llamar a la policía para que despejara las pistas del aeropuerto.
El presidente de la cámara de comercio de Barcelona, Miquel Valls, dijo que el gobierno había procedido de manera irresponsable.
Iberia, la línea aérea de bandera española que había cancelado todos sus vuelos desde y hacia Barcelona, dijo que reanudó sus viajes el sábado, aunque con demoras.
Las imágenes de la televisión mostraban escenas de caos. Las terminales del aeropuerto estaban repletas de gente, y muchos pasajeros expresaban que las aerolíneas no les ofrecían información y no sabían cuándo podrían proseguir con sus viajes.
Miles de personas pasaron la noche en el aeropuerto. Empleados de la Cruz Roja entregaron agua y alimentos a los pasajeros varados.
Cerca de 100.000 pasajeros resultaron afectados por los trastornos en el aeropuerto, dijo Iberia.
Unos pocos vuelos se reanudaron el viernes en la noche.